Papel de la Prensa, en la abolición de la Pena de Muerte, en la República Dominicana
La Prensa Nacional, tuvo una decisiva influencia en la abolición de la Pena de Muerte en este país. Siendo un periodista de la Región Sur, el representante de la provincia de Azua (Peravia), autor de la moción abolicionista en la Asamblea Constituyente del 1924, el señor Emigdio Osvaldo Garrido Puello. Quien era el director n del vocero sanjuanero, EL CABLE,
La moción de Garrido Puello, tuvo el merito de ser una iniciativa personal. Es decir no fue una decisión de su partido. Su partido, que era el Nacional, no había prometido esa importante reforma.
Siendo el proponente respaldado con los votos suficiente de los representantes de su filiación política y de sus aliados los partidarios del licenciado Federico Velásquez Hernández. También a favor votaron algunos representantes del partido de las minorías
La moción contó con el respaldo de los representantes. Manuel de Jesús Bonó, Dr. Rafael Minaya, Teódulo Pina Chevalier, Plinio B. Pina Chevalier, Dr. Miguel Antonio Garrido, Diógenes del Orbe, Enrique García Godoy, también dieron su respaldo a la moción del periodista Garrido Puello. Otros representantes como fueron. Aquilino Grullon Hernández, Rafael García Martínez, Arturo Patxot, lic.Abigaíl Montás, Manuel de J. Malthieu, José A. Guzmán, Rafael E. Rojas, Pedro Tomás Canó Soñé y Luis Ovidio Matos
Un dato curioso se anota en esta, entres los diez representantes que eran abogados solamente uno respaldo la moción Garrido Puello y lo fue el Licenciado Abigail Montas
Este hecho es considerado como un triunfo del periodismo nacional, la abolición de la pena de muerte porque además de Garrido Puello, en la Asamblea Nacional de ese entonces formaban parte otros tres miembros de la prensa quines dieron su respaldo a esta moción abolicionista y fueron los señores, Diógenes del Orbe, Aquilino Grullon Hernández y Manuel de J. Mathieu.
Como parte del ambiente favorable estuvo la encuesta abierta por la revista vegana SANGRE NUEVA, a través de la cual opinaron intelectuales de la categoría de Federico García Godoy, Federico Henríquez y Carvajal y Manuel Ubaldo Gómez, quines hicieron hincapié en la tesis de la ineficiencia de la pena.
Aprobada la enmienda abolicionista, solamente fue objetada por el editorialista del Listin Diario, Lic. Félix María Nolasco y por el articulista Tulio H. Pina.
Por otra parte, desde la prensa aplaudieron el canon abolicionista, entre otros Máximo Coiscou Henríquez, José D. Alfonseca, J. Gassó Gassó, Juan B. Luque
Cuando llevaba 36 años de abolida, el tirano Rafael L. Trujillo Molina, intentó la reimplantación de la pena de muerte. Esto ocurría en el 1960, en tiempo en que ejercía la Presidencia de la República su hermano Héctor Bienvenido Trujillo Molina
De acuerdo con el proyecto, la pena de muerte sería aplicable a los actos de terrorismo, que en aquellos días estremecían a no poca naciones americana, la iniciativa de Trujillo surgió a raíz de haberse implementado en la Argentina la pena de muerte para los secuestradores
Esa iniciativa trujillista no pasó de ser una tentativa, pues tuvo impugnaciones como la de Mons. Eliseo Pérez Sánchez, senador, Mons. Oscar Robles Toledano, diputado, y Sócrates Nolasco, senador. En cuanto a la `prensa, su conducta fue parecida a la de 1924, no favoreció el proyecto. Lo recibió con un silencio total.
El proyecto fue retirado y luego llegó a la conclusión de que lo que se buscaba con el mismo era aumentar la potestad de indulto del déspota. Con la implantación de la pena de muerte, habían sido muchas oportunidades de indulto para el árbitro de los destinos nacionales
En la disposición establecida en la Constitución de 1808, que fue la derogada en 1924, se hacia la excepción en el sentido de que la pena de muerte jamás se impondría por delito políticos.
Fuente. Documento, escrito por J. Agustín Concepción,
Publicado en la Revista Ahora, Num. 885,
De fecha 10 de noviembre del 1980,
Ámbito histórico
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