Leyes suntuarias, ir demasiado elegante solía ser ilegal.

Por

 Félix Casanova

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A lo largo de la historia, los legisladores se han preocupado de facilitar la identificación de las personas por clase. Era tan importante que en realidad hay un nombre específico para este tipo de leyes: leyes suntuarias, que se hicieron con el propósito de evitar que los campesinos se vistieran, comieran o viajasen más lujosamente que las clases altas.

Estas leyes pueden sonar horripilantes hoy en día, pero en parte se usaron para disuadir a las personas de las clases más bajas de endeudarse al comer y vestirse más allá de sus posibilidades. Solía ​​ser bastante fácil convencer a los demás de que eras una persona con poderío con sólo “adecentar tu fachada”. Como resultado, algunas personas gastaban sus fondos en ropa fina y fiestas extravagantes que no podían pagar. Una ley isabelina de 1574 dice:

“… hay que poner freno al despilfarro y la ruina de un gran número de jóvenes caballeros que, atraídos por el vano espectáculo de las cosas, no solo se consumen a sí mismos, sino también las tierras y bienes que sus padres les dejaron, y siempre están en peligro de intentar actos ilegales “.

Otra ley de la época dictaba que que a un cardenal se le permitía comer hasta nueve platos en una comida, mientras que el resto de la nobleza hasta el escalafón de Duque “sólo” podía comer siete. Esta ley, como es lógico, fue escrita por un cardenal inglés. Luego está la antigua ley griega que establecía que a ninguna mujer libre se le permitía estar acompañada por más de una criada cuando caminaba por la calle. Pero con gracia, esta ley solo se aplica si la mujer estaba sobria.

Las leyes suntuarias que limitaban las opciones de la vestimenta se hicieron extrañamente específicas. En Inglaterra, se exigía a las prostitutas que usaran sus vestidos al revés y se les prohibía a los sirvientes usar zapatos puntiagudos y mangas abultadas. Sólo a los miembros de la realeza se les permitía usar ropa confeccionada con piel de armiño, mientras que los nobles podían usar ropas ribeteadas con zorro y nutria. El color púrpura era algo que también pertenecía exclusivamente a la familia real.

Las leyes suntuarias fueron cayendo en decadencia junto con los conceptos tradicionales de las clases nobles y campesinas y la llegada de algo parecido a la clase media. A pesar de que existieron durante un breve período en la América colonial, no existen leyes vigentes que impidan la compra del último conjunto de Beyoncé.