COLEGIO SAN SEBASTIAN
Fundado por el ilustre
sacerdote Francisco Fantino Falco, el
1ro, de septiembre de 1903. Al llegar a
La Vega el Padre Fantino se estableció en una casa Padre Billini y Libertad,
hoy Restauración (hoy Juan Bosch) y Federico García Godoy, donde dio algunas clases mientras preparaba la apertura de su Colegio, que
funciono por primera vez en la calle El Comercio, hoy Juan Rodríguez, esquina
Aurora, hoy Juana Saltitopa, el local propiedad
de Don Zoilo García. Finalmente el Colegio quedo establecido en la
calle San Marco, hoy Juana Saltitopa,
junto a la Iglesia de San Antonio. A
esta calle también se le daba el nombre calle del Colegio y calle de San
Antonio. No lejos del rio Camú, placer de la estudiante, y la más aún la vía
del Ferrocarril.
El Colegio fue abierto
para externos, semi internos e internos. Para enseñanza primaria y secundaria.
La inscripción de alumnos externos fue muy nutrida desde el primer momento.
La inscripción para el internado creció rápidamente, con
alumnos procedentes de Santiago
(Pou, Bebedicto, Morera, Díaz, Bermúdez, Dumit, León Vega,
Hernández); San Pedro de Macorís
(Benzo, Nesanovih, Correa, Rosales, Fortun); Puerto Plata (Imbert, Folch, Lample, Viloria,
Sarnelli); Monte Cristi (Belliard,
Monción, Roca, Bruzzo); de Samana y
Sánchez (Rodríguez, Demorizi, Grullon, Sosa, Shephard); Salcedo ( Camilo, Pantaleón ,
González, Cabral); Pacificador (Grullón, Martínez, Macarrulla, Álvarez, Foundeur,
Monges, Rosa); Muchos hacendados de La
Vega (Gil, Caceres, Guzmán, Salcedo,
Rodríguez, también enviaron sus hijos como internos.
El Colegio funcionó bajo
la dirección del Padre Fantino hasta 1924. Sin un orden cronológicos el listado
de los profesores que actuaron en ese colegio. En primer término el Padre
Fantino. Que siempre tuvo a su cargo estas asignaturas; Gramática Castellana;
Lógica; Derecho Natural, que figuraba en el cuarto del Bachillerato; Francés,
Historia Sagrada.
Entre los profesores que
impartieron docencia figuran; Monseñor Nouel, Federico García Godoy, Manuel
Ubaldo Gómez, Orestes Menicucci, Arístides García Mella, Arcadio Pereyra, Diego de Peña, Alfredo
Scaroina, Zoilo H. García, J.M.Gomez,
Napoleón Despradel, Pbro, Manuel R, Rodríguez, Bienvenido S. Nouel, Rafael Espaillat de la Mota, Juan E. García
Godoy, Luis Sánchez Reyes, José Granados Alonzo, José Israel Santos, Eduardo Petit, Bruno Figliuzzi, Carlos María y Rafael Sánchez G., Alfredo Colomba, Juan Fuentes Domenech,
J. Alcibíades Roca, Francisco y Manuel
Ubaldo Gómez hijo, J. Gassó Gassó, Juan F. Alfonseca, Alcibíades Rodríguez
Echevarría, José Pérez Nolasco, Luis Despradel, Emilia Pineda, viuda Fernández,
Dolores Morilla, León J. Suardi, Ramón S. Cosme, Amable Sánchez, Darío Concepción, Julián Suardi, Diógenes del Orbe, María Guzmán, y Telesforo Calderón, quien por
encargo del Padre Fantino actuó como
Director en 1925.Hacia 1926 el Padre Fantino, ya retirado
definitivamente al Santo Cerro, donde fundo el
Seminario Menor (P. Las Casas), cedió
los edificios y muebles del
Colegio a las Reverendas Hermanas Terciarias Franciscanas, quienes
fundaron el Colegio Inmaculada
Concepción, para niñas, institución, que ha tenido un espléndido desarrollo
Bien pronto resulto
estrecho el local en que empezó a funcionar el colegio en 1903, y en 1904, el Padre Fantino, que no recogió contribuciones
pero que encontró amplias facilidades de créditos para el objeto, emprendió
la construcción de edificios adecuados. Las
nuevas construcciones fueron ampliándose
para responder al creciente aumento de la población. Se reservó vasta extensiones
de terrenos para gimnasio, áreas de recreo, cocinas, baños, etc. Los
muebles fueron construidos en La
Vega. El Colegio adquirió globos, mapas, laboratorio de química, gabinetes de físicas
y otros. Funcionó sin interrupción hasta 1926, año en que el Padre Fantino lo cedió
a las Hermanas Terciarias.
Hacia 1905 el Padre Fantino habilito para iglesia, dedicada a San
Antonio, una casa al lado del Colegio. Hacia
1910 construyó, al lado del Colegio, un
edificio para una iglesia, con la ayuda de familias pudientes y de la inmensa
cantidad de feligreses que acudían a oír la predicas.
Aunque dedico su iglesia
a San Antonio, el P. Fantino era devoto, tal vez en mayor grado, de San
Francisco de Asís. En el Colegio usaba las Florecillas, en excelente traducción, para una que otra clase
de lectura y escritura. Se hizo. Franciscano en los últimos años de su vida.
Dice Emilio Rodríguez
Demorizi, autor de este trabajo. “Haciendo una referencia personal. “Expresa,
por el 1917 fui discípulo del Colegio. Por entonces su conserje era el
afable Menso; entre mis condiscípulos del mismo curso se encontraban Manuel María
Valencia (Neno), Francisco Ceara, Miguel de Moya Alonzo, David de Vargas hijo,
Federico Lample, Felipe Lahoz (El Pinto), Oscar Sánchez, Juan Antonio Álvarez
Almanzar (Juanantonito), Juan R. Rojas,
Miguel Imbert, Miguel Fernández,
Ernesto Concepción.
Menso, quien era de
Sabaneta, vecindad de La Vega, tenía allí un hermano, Juanico, donde íbamos los
estudiantes de paseo, en grupo algunos domingos. Todos íbamos por el camino cantando en coro,
con música de La Vida Alegre;
“Cuando
los estudiantes van Sabaneta,
A
comerse un puerco asado,
Podre
Juanico que será de él,
Cargando
leña con su mejer…..
Cuando el
Padre decía sus sermones en la aledaña iglesia de San
Antonio, cerraba los ojos y hablaba como en un
vértigo.. Cuando bautizaba a alguna criatura campesina y le decían alguno de esos nombres estrafalarios que saben
inventar las gentes de campo, decía; No, ese nombre no, póngale Francisco que
era su nombre.
El Padre Fantino, encarnación de la piedad
cristiana, había en grado excelso la pasión de Dios, de la enseñanza y
del bien. En vida logro lo que poco logran; La Veneración.
Tomado de la
Fuente; Sociedades, Cofradías, Escuelas, Gremios y otras Corporaciones
Dominicanas. De Emilio Rodríguez Demorizi. Academia Dominicana de la Historia
Vol. XXXV, Editora Educativa Dominicana, Santo Domingo, Rep. Dom. 1975. Págs.
162 al 164.
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