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jueves, 31 de marzo de 2016

¿Quién Mató a John F. Kennedy?

¿Quién Mató a John F. Kennedy?



Película silente en 8 milímetros tomada por el aficionado Abraham Zapruder, único testimonio fílmico del magnicidio ocurrido el 22 de noviembre de 1963.
¿Quién Mató a John F. Kennedy?
• 61 por ciento de los estadounidenses todavía cree que el asesinato de su presidente fue parte de una conspiración

• El crimen organizado, la CIA, Fidel Castro, los intereses especiales, el Servicio Secreto y el propio presidente Lyndon B. Johnson están entre los acusados por la opinión pública

• Las evidencias contra Lee Harvey Oswald son abrumadoras, pero ¿actuaba solo?


JESUS HERNANDEZ CUELLAR
El reloj marcaba las 12:30 de la tarde del viernes 22 de noviembre de 1963 cuando varios disparos se confundieron con la algarabía de una multitud que lo vitoreaba, en Dallas, Texas. Un proyectil le entró por la garganta, el otro por la parte alta de la espalda, uno más le pegó en la cabeza, y otro disparo, puesto en tela de juicio, perdió el blanco. Su mujer desafió el equilibrio y de pie en la limusina trató de socorrerlo. Todo fue en vano. El trigésimo quinto presidente de Estados Unidos, el más joven en llegar a la Casa Blanca, con solo 43 años, el primero de fe católica, el primero de los ocupantes de la Oficina Oval que había nacido en el siglo XX y el único que había ganado un Premio Pulitzer, murió media hora después en el Hospital Parkland. ¿Quién mató a John F. Kennedy? ¿El Lee Harvey Oswald de la versión oficial? ¿La mafia? ¿La CIA o el FBI como parte de una gigantesca conspiración? ¿Fidel Castro? ¿Cubanos anticastristas? ¿O los comunistas soviéticos en medio de la peligrosa Guerra Fría?
Oswald, que tenía entonces 24 años y trabajaba en el Depósito de Libros Escolares de Texas, desde donde se cree que salieron los disparos, había sido detenido por la muerte de un policía en una calle de Dallas, 45 minutos después del asesinato del presidente. El ex infante de Marina, que desertó a la Unión Soviética en octubre de 1959 y regresó a Estados Unidos en junio de 1962, fue fichado también por la muerte de Kennedy. Oswald negó repetidamente haber cometido ambos asesinatos. En cuestión de horas, también Oswald fue asesinado ante las cámaras de televisión, el 24 de noviembre, por Jack Ruby, propietario de un club nocturno. El crimen ocurrió cuando las autoridades trasladaban a Oswald desde la jefatura de policía de Dallas a la cárcel del condado.
Las tres cadenas de televisión de la época, ABC, CBS y NBC se mantuvieron en vivo ininterrumpidamente durante 70 horas del 22 al 25 de noviembre, informando del asesinato. Ha sido la cobertura noticiosa más amplia que haya tenido la televisión norteamericana hasta los atentados terroristas de septiembre de 2001.
La muerte de Kennedy estremeció a Estados Unidos y a mucha gente en el resto del mundo. No había ocurrido nada igual desde el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941. Y nada igual ocurrió después hasta el trágico 9/11.
El 15 de noviembre de 2013, la firma Gallup reveló su más reciente encuesta sobre lo que piensan los estadounidenses del asesinato de su presidente. El sondeo indica que 61 por ciento cree que hubo otros involucrados en el magnicidio, además de Oswald. Si bien este porcentaje representa una notable mayoría de la población, es el más bajo en los últimos 50 años. En la misma encuesta, 13 por ciento piensa que Kennedy fue asesinado por el crimen organizado, igual porcentaje atribuye su muerte al Gobierno de Estados Unidos, siete por ciento culpa a la CIA, cinco por ciento al dictador cubano Fidel Castro, e igual porcentaje cree fue eliminado por intereses especiales en desacuerdo con sus políticas o por grupos políticos. Tres por ciento culpa al grupo racista Ku Klux Klan, a su entonces vicepresidente Lyndon B. Johnson y a la archienemiga Unión Soviética, que se desintegró como nación en 1991. Uno por ciento atribuye el crimen al entonces poderoso director del FBI, Edgar Hoover, al propio Servicio Secreto que cuida al presidente, al complejo militar industrial, y a los sindicatos encabezados por los influyentes Teamsters.
La Comisión Warren y Otras Investigaciones
Días después del magnicidio, el 29 de noviembre, el recién estrenado presidente Johnson formó la influyente y muy cuestionada Comisión Warren, presidida por el jefe de los magistrados de la Corte Suprema, Earl Warren. El objetivo de la comisión era investigar la muerte de Kennedy. El trabajo tomó casi 11 meses. El 24 de septiembre de 1964, Johnson recibió el informe oficial del grupo, de 889 páginas, que se hizo público tres días después. La comisión concluyó que Oswald fue el gatillero solitario que cometió el asesinato, y que Jack Ruby también había actuado solo al matar a Oswald. Uno de los puntos más controversiales del informe fue culpar a la Policía de Dallas y a los medios de comunicación por la muerte de Oswald. Según el documento, la presión de la radio, la televisión y los periódicos por obtener información acerca del traslado de Oswald produjo un relajamiento de la seguridad que condujo a la muerte del presunto asesino a manos de Ruby. Por tanto, con la muerte de Oswald -dijo la comisión- "ya no era posible tener el relato completo del asesinato (de Kennedy) a través de los procedimientos judiciales normales durante el juicio del supuesto homicida".

Jack Ruby disparando contra Lee Harvey Oswald

Momento en que Jack Ruby dispara contra Lee Harvey Oswald en el sótano de la jefatura de Policía de Dallas, Texas.
Dos meses después, en noviembre de 1964, la comisión publicó 26 volúmenes de pruebas, entre ellas los testimonios de 552 testigos, y más de tres mil piezas de evidencias. Partes no publicadas quedaron selladas por 75 años hasta 2039, pero tal decisión perdió vigencia con la aprobación del Acta de Libertad de Información de 1966 y el Acta de Registros de John F. Kennedy de 1992. Aun así, hay partes del informe que permanecerán ocultas hasta 2017, cuando se cumplan 25 años de la aprobación del Acta de Registros de Kennedy. Con el paso de los años, los resultados de las investigaciones se volvieron más y más decepcionantes, especialmente por el reconocimiento de la comisión, de que dos disparos habían sido hechos desde atrás y uno de frente. El gobierno federal emprendió otras tres investigaciones, una en 1968 encabezada por el fiscal general Ramsey Clark, otra en 1975 encomendada a la Comisión Rockefeller, y una más en 1978-79 que fue hecha por el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos. Este último arrojó otro poco de luz. Sus resultados indicaron, por primera vez, que Oswald asesinó a Kennedy posiblemente como parte de una conspiración. Según el documento de la Cámara, hubo cuatro disparos y Oswald efectuó el primero, el segundo y el cuarto, pero un tirador desconocido hizo el disparo número tres, que no pegó en el blanco. Esta última conclusión también fue objeto de críticas. Entonces, el informe final del comité de la Cámara, entregado en 1979, coincidió con el Informe Warren de que dos balas causaron heridas a Kennedy y al gobernador de Texas, John Connally, y que ambas fueron disparadas por Oswald desde el sexto piso del Depósito de Libros Escolares de Texas. Después de interrogar a dos sobrevivientes de la Comisión Warren, el comité de la Cámara llegó a la conclusión de que la comisión había hecho todo lo posible por encontrar la verdad de buena fe, pero no se había concentrado adecuadamente en la posibilidad de una conspiración.
En una entrevista realizada en 2013, Robert Kennedy Jr. comentó que su padre, el entonces fiscal general Robert Kennedy, hermano del presidente, apoyó el informe de la Comisión Warren en público, pero en privado decía que se trató de "una pieza de artesanía de mala calidad". Robert Kennedy fue asesinado en Los Angeles en 1968 durante un viaje electoral, como precandidato demócrata a la presidencia.
¿El Asesino Verdadero o el Chivo Expiatorio?
En honor a la verdad, Oswald tenía el perfil perfecto para ser el asesino verdadero ante los ojos de la justicia y de la opinión pública. Ese mismo perfil servía para usarlo como chivo expiatorio. Se había enrolado en la Infantería de Marina el 24 de octubre de 1956, cuando acababa de cumplir 17 años. En diciembre de ese mismo año causó admiración al obtener una calificación de 212 en sus pruebas de tiro. Esa calificación estaba muy por encima del promedio. Sus compañeros comenzaron a llamarlo "Oswaldskovich", por sus ya visibles sentimientos a favor de la Unión Soviética y su empeño en aprender el idioma ruso por su propia cuenta. En septiembre de 1959 fue dado de baja a solicitud suya, para atender a su madre enferma. Estuvo dos días con su madre y partió en barco hacia Europa hasta llegar a territorio soviético, donde dijo que quería ser ciudadano de ese país enemigo porque él era comunista. Cuando le pidieron documentos, mostró su baja de la Infantería de Marina. Los rusos no le creyeron y le negaron el asilo. El mismo día que tenía que salir de la URSS se provocó una herida en la muñeca. El gobierno soviético lo envió a un centro psiquiátrico para observación hasta el 28 de octubre de 1959. El día 31 del mismo mes fue a la Embajada de Estados Unidos en Moscú y dijo que quería renunciar a la ciudadanía estadounidense y ser ciudadano soviético, y que había declarado a sus interlocutores rusos que podía darles información sobre las actividades de la Infantería de Marina. Esto cambió la condición de su licenciamiento honorable por razones humanitarias de las fuerzas armadas, a licenciamiento deshonroso.
En la Unión Soviética se casó en menos de seis semanas, en abril de 1961, con la farmacóloga Marina Nikolayevna Prusakova, de 19 años de edad. Tuvieron una hija llamada June en febrero de 1962. Aburrido de la vida en una nación extraña, Oswald volvió, ahora con su mujer y su hija, a la Embajada de Estados Unidos y pidió regresar a su país. Recibió un préstamo de repatriación por 435.71 dólares y llegó a Estados Unidos sin pena ni gloria. La prensa que había reflejado su deserción en primera plana, no le prestó la menor atención. Oswald se sintió decepcionado.
El Otro Atentado y el Activismo en Favor de Castro
Antes del asesinato de Kennedy, en 1963, se produjo otro episodio en el que Oswald estuvo presuntamente involucrado. El 10 de abril de ese año, el general retirado Edwin Walker fue blanco de un atentado. Alguien le disparó a través de la ventana de su casa. Walker, anticomunista militante y activista en favor de la segregación racial, había sido relevado de su cargo militar en Alemania Occidental por distribuir propaganda derechista entre sus tropas. Durante el atentado, solo sufrió heridas menores. En marzo de ese año, Oswald había comprado un rifle Carcano de 6.5 milímetros y una pistola Smith & Wesson Modelo 10, calibre 38, por correo. Su esposa, Marina Oswald, declaró a la Comisión Warren que Lee le contó que había viajado en autobús desde Texas hasta Misisipi, para llevar a cabo el atentado contra Walker, por considerarlo el líder de una organización fascista. La bala disparada contra el general Walker terminó tan destrozada que no fue posible sacar una conclusión durante el análisis balístico. Pero más adelante, un análisis hecho con activación de neutrones reveló que esa bala pudo haber sido hecha por el mismo fabricante y para el mismo rifle con el cual alguien disparó contra el presidente Kennedy.
El 24 de abril de 1963, Oswald se fue a Nueva Orleans, a donde se le unió su esposa Marina. Encontró empleo en mayo pero lo despidieron en julio, por mal trabajo y perder mucho tiempo leyendo revistas de rifles y caza. Hacia el verano, Oswald abrió un capítulo del Fair Play for Cuba Committee, organización que simpatizaba con el régimen cubano de Fidel Castro, y ordenó la impresión de 500 formularios de solicitud, 300 tarjetas de membresía y mil volantes con el titular "Manos fuera de Cuba". Pocos meses antes, había ocurrido la crisis de los misiles de octubre de 1962, que puso al mundo al borde de una hecatombe nuclear. La Unión Soviética fue descubierta tratando de colocar cohetes atómicos en Cuba, lo cual representaba una amenaza para Estados Unidos. Después de días de gran tensión, Washington y Moscú llegaron a un acuerdo, pero las agresiones verbales entre Castro y Kennedy no cesaban.
En octubre de 1963, Oswald comenzó a repartir panfletos procastristas en el centro de Nueva Orleans. El activista cubano Carlos Bringuier, dirigente del anticastrista Directorio Estudiantil Revolucionario, lo confrontó junto con otros dos amigos. Los cuatro fueron arrestados por desorden público. El incidente quedó registrado en imágenes y en los archivos de la Policía y del FBI. Posteriormente, Oswald y Bringuier participaron en un debate televisado sobre Cuba. Oswald desplegó una fuerte actividad procastrista en Nueva Orleans, pero al final, en lugar de regresar a Irving, Texas, donde ya estaba Marina, se fue a la Ciudad de México y solicitó visado para viajar a Cuba rumbo a la Unión Soviética. Después de luchar contra presuntos obstáculos en los consulados cubano y ruso, regresó a Dallas en autobús. Otras teorías indican que tuvo encuentros amistosos con funcionarios consulares cubanos a su paso por Mexico.
Fue contratado como empleado del Depósito de Libros Escolares de Texas el 16 de octubre, 36 días antes del asesinato de Kennedy.
Vigilancia, Amenaza y Paquete Sospechoso
La familia Oswald estaba viviendo en casa de Ruth Paine, amiga de Marina, en Irving. Lee viajaba desde allí hasta su trabajo en Dallas con su amigo y compañero de trabajo, Wesley Frazier, quien lo transportaba en su auto. El 20 de octubre nació la segunda hija del matrimonio. A principios de noviembre, el FBI visitó dos veces a Marina en la casa de Paine, cuando Oswald no estaba. Lee se dirigió entonces a la oficina del FBI en Dallas y pidió hablar con el agente especial James Hosty, pero este último no estaba disponible. Oswald, según Hosty, dejó una nota peligrosa en la recepción, que decía: "Esto es una advertencia. Voy a volar el FBI y el Departamento de Policía de Dallas si ustedes no dejan de molestar a mi esposa. Lee Harvey Oswald". Otra indicación que amenazaba con reportar las visitas del FBI a su casa, a los superiores de los agentes visitantes, les hizo pensar que el término "volar" no debía ser intepretado literalmente.
Hosty dijo posteriormente que había destruido la nota de Oswald por órdenes de su jefe, Gordon Shanklin, después que el autor de la misma fue considerado sospechoso de la muerte de Kennedy.
Días antes del viaje del presidente a Dallas, los periódicos locales habían anunciado el recorrido de la caravana presidencial, y su paso frente al depósito de libros. El 21 de noviembre, Oswald pidió a Frazier que lo llevara a Irving para recoger unas barras de cortinas. Hicieron el viaje y regresaron en la mañana del viernes 22. Oswald dejó en el auto 170 dólares y su anillo de bodas, pero se llevó con él una bolsa de papel. Dijo a Frazier que adentro estaban las barras de cortinas. La evidencia examinada posteriormente reveló que el paquete contenía el rifle que presuntamente utilizó Oswald durante el magnicidio, según la Comisión Warren.
Los Minutos Decisivos
La Comisión Warren entrevistó a un número notable de compañeros y supervisores de Oswald, a transeúntes y policías. Varios compañeros de Oswald dijeron que lo habían visto tranquilo antes y después del magnicidio. Una compañera de trabajo lo vio tomando una Coca-Cola en el segundo piso, minutos después del asesinato. Pero Oswald logró salir del depósito de libros antes de que la Policía cercara el edificio. Su jefe lo reportó como el único empleado que no estaba en su lugar de trabajo en ese momento. Aparentemente, Oswald fue a la casa donde dormía en el 1026 al norte de la avenida Beckley, tomó un abrigo y volvió a la calle. A la 1:15 pm, el patrullero J.D. Tippit manejaba junto a Oswald mientras este último caminaba por la calle. La Comisión Warren concluyó que Tippit posiblemente se acercó a Oswald por la descripción que había escuchado en la radio policial, del sospechoso, a partir de la información que las autoridades había tomado del Depósito de Libros Escolares. El agente se detuvo cerca de Oswald e intercambió unas palabras, salió del auto e inmediatamente fue blanco de una lluvia de balas. Varios testigos dijeron ver a Oswald alejándose de la escena con un revólver en la mano. Expertos en balística dijeron a la Comisión Warren primero y al Comité Selecto de la Cámara después, que los disparos fueron hechos desde el revólver que más tarde fue confiscado a Oswald. Minutos después del ataque al policía, Oswald entró en el Texas Theatre sin pagar. El empleado de una zapatería, Johnny Brewer, lo vio y alertó al empleado de la taquilla del cine, quien llamó a la Policía. Cuando los agentes llegaron, se encendieron las luces del teatro y Brewer apuntó con el dedo a Oswald, que estaba sentado en la parte trasera de la sala. El agente policial Nick McDonald fue el primero en llegar hasta el sospechoso, y dijo a la Comisión Warren que Oswald parecía preparado para entregarse. Según el agente, Oswald dijo: "Bueno, ya terminó todo", pero de inmediato sacó una pistola de sus pantalones, le apuntó y apretó el gatillo, pero el arma no disparó. Después de un forcejeo, finalmente McDonald lo sometió. A la salida del teatro, Oswald gritó que era víctima de brutalidad policial y que lo estaban usando como chivo expiatorio.
En la jefatura de Policía, fue interrogado. Allí se le confiscó una tarjeta falsa del Sistema de Servicio Selectivo (militar) a nombre de Alex James Hidell. Era el mismo nombre que había usado para comprar la presunta arma homicida y para alquilar un apartado postal en Nueva Orleans, el 11 de junio de 1963. Era también el mismo nombre que había utilizado para comprar la pistola que se le confiscó durante su arresto.
Jack Ruby, ¿Verdugo Voluntario?
A las 11 y 21 minutos de la mañana del 24 de noviembre, en el sótano de la jefatura de Policía de Dallas y ante las cámaras de televisión, Jack Ruby se acercó a Oswald y le disparó en el pecho. La bala destrozó varios órganos de la víctima, que fue trasladada de urgencia al Hospital Parkland, donde había muerto Kennedy. Allí falleció a la una y siete minutos de la tarde.
Ruby dijo que había matado a Oswald porque estaba perturbado por el asesinato del presidente, y porque quería ahorrarle a la viuda del mandatario, Jacqueline Kennedy, el desconcierto de revivir los hechos durante el juicio que se haría en contra de Oswald.
Varios autores han señalado que Ruby fue parte de una conspiración para silenciar a Oswald, o parte de un mismo complot en el que ambos jugaban roles diferentes y fatídicos.
Complejas Teorías de Conspiraciones
Ante las dudas dejadas por las tres investigaciones gubernamentales, especialmente la de la Comisión Warren, las teorías de posibles conspiraciones no se hicieron esperar. Una de ellas menciona al entonces poderoso director del FBI, Edgar Hoover, quien se habría confabulado con el vicepresidente Johnson para matar a Kennedy y permitir el paso de Johnson a la presidencia. Esta teoría destaca que Hoover habría dado ese paso, por una serie de límites que Kennedy había puesto a su poder casi infinito.
Otra indica que durante su estancia en la Unión Soviética, Oswald fue sustituido por un doble que vino a Estados Unidos a matar a Kennedy. Una más culpa al crimen organizado del asesinato, por las redadas contra sus líderes que estaban haciendo John y Robert Kennedy.
Otros acusan a Fidel Castro del magnicidio, por los constantes enfrentamientos políticos con Kennedy, quien se habría propuesto matar al líder cubano después de la invasión de Bahía de Cochinos, a través de una serie de atentados. Y no faltan quienes culpan al exilio anticastrista cubano, por la negativa de Kennedy a respaldar militarmente a los expedicionarios de Bahía de Cochinos, tras su compromiso de apoyarlos con aviones de guerra.

Una de las teorías más conocidas se plasmó en el filme JFK, del director Oliver Stone. La película fue producida en 1991 y recaudó 205 millones de dólares a nivel mundial. Kennedy fue interpretado por el actor Kevin Costner. La cinta fue nominada a ocho premios Oscar, y ganó dos, uno por Mejor Cinematografía y otro por Mejor Edición Fílmica. Muchos diarios norteamericanos de gran circulación publicaron editoriales críticos de esta obra cinematográfica, acusando a Stone de utilizar la libertad de expresión para tergiversar hechos históricos, entre ellos la implicación que hizo del presidente Johnson en el magnicidio, como parte de un golpe de estado. Stone respondió que su película era "un contramito" frente al "mito de ficción" de la Comisión Warren. Más allá de ciertos círculos de izquierda, JFK no ha sido tomada seriamente como referencia.
El escritor Vincent Bugliosi, dijo a la cadena CNN que los críticos de la teoría de un solo asesino "han acusado a 42 grupos, 82 asesinos y 214 personas de estar involucrados en el asesinato" del presidente.
En realidad, ninguna de estas teorías ha sido sustentada por bases sólidas. Lo más preciso que hay a mano es la conclusión del Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos, en el sentido de que pudo haber un segundo tirador, y que la Comisión Warren no estudió a fondo las posibilidades de que haya existido una conspiración. Las próximas revelaciones del caso, podrían salir a la luz en 2017, cuando expiren los límites del Acta de Registros de John F. Kennedy.

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