30 de junio de 1502
Almirante Cristóbal Colón, Frei Nicolás de Ovando
Luego de su llegada a la ciudad de Santo Domingo, el Almirante Cristóbal Colón se le aparece en el Placer de los Estudios al gobernador de la isla, Frei Nicolás de Ovando, en solicitud de que le dejara guarecerse en dicho puerto.
Permiso que le es denegado, pese a la amenaza de una tormenta que afectaría la isla, bajo el alegato de que tenía órdenes expresas de los monarcas de impedirle desembarcar en cualquier punto de la isla.
"Bajo la amargura e indignación que le produjo tan terrible desaire, se retiró el grande hombre expuesto a una sublevación d las tripulación de sus buques... y mientras tenía la prudencia de no alejarse de la costa por temor de que sobreviniera la tormenta, y no le diera tiempo a buscar abrigo para sus débiles bajeles en cualquier ensenada segura, zarpaba descuidada la flota que trajo a Ovando, conduciendo grandes cantidades de oro que remitían a España...".
Entre los pasajeros se contaban el ex-gobernador Bobadilla, el turbulento Francisco Roldán, Rodrigo de Bastidas, el cacique Guarionex, "que estaba preso desde su captura y la mayor parte de los principales cabecillas de las diferentes insurrecciones que habían tenido lugar en la isla"
Por su parte, el Almirante, evitó zozobrar buscando refugio en la ensenada de la bahía de Ocoa, a la cual se le daba antiguamente el nombre de Puerto Hermoso de los Españoles.
Texto: Compendio de la Historia de Santo Domingo, Tomo I, José Gabriel García.
Luego de su llegada a la ciudad de Santo Domingo, el Almirante Cristóbal Colón se le aparece en el Placer de los Estudios al gobernador de la isla, Frei Nicolás de Ovando, en solicitud de que le dejara guarecerse en dicho puerto.
Permiso que le es denegado, pese a la amenaza de una tormenta que afectaría la isla, bajo el alegato de que tenía órdenes expresas de los monarcas de impedirle desembarcar en cualquier punto de la isla.
"Bajo la amargura e indignación que le produjo tan terrible desaire, se retiró el grande hombre expuesto a una sublevación d las tripulación de sus buques... y mientras tenía la prudencia de no alejarse de la costa por temor de que sobreviniera la tormenta, y no le diera tiempo a buscar abrigo para sus débiles bajeles en cualquier ensenada segura, zarpaba descuidada la flota que trajo a Ovando, conduciendo grandes cantidades de oro que remitían a España...".
Entre los pasajeros se contaban el ex-gobernador Bobadilla, el turbulento Francisco Roldán, Rodrigo de Bastidas, el cacique Guarionex, "que estaba preso desde su captura y la mayor parte de los principales cabecillas de las diferentes insurrecciones que habían tenido lugar en la isla"
Por su parte, el Almirante, evitó zozobrar buscando refugio en la ensenada de la bahía de Ocoa, a la cual se le daba antiguamente el nombre de Puerto Hermoso de los Españoles.
Texto: Compendio de la Historia de Santo Domingo, Tomo I, José Gabriel García.
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