Responsabilizan a Trujillo de más de 50 mil muertes dominicanos y extranjeros
Publicado el 28 de mayo del 2016 por HECTORMINAYA
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La percepción es que el dictador Rafael Leonidas Trijillo Molina, que gobernó el país entre 1930 y 1961, es el mayor asesino de todos los tiempos, a quien se le atribuye responsabilidad en la muerte de más de 50 mil personas dominicanas y extranjeras.
Esa cifra incluye a 17 mil haitianos en 1937. Sin embargo, esa cifra nunca se ha podido confirmar y algunos estiman en cerca de tres mil muertos.
La percepción es que el dictador Rafael Leonidas Trijillo Molina, que gobernó el país entre 1930 y 1961, es el mayor asesino de todos los tiempos, a quien se le atribuye responsabilidad en la muerte de más de 50 mil personas dominicanas y extranjeras.
Esa cifra incluye a 17 mil haitianos en 1937. Sin embargo, esa cifra nunca se ha podido confirmar y algunos estiman en cerca de tres mil muertos.
El dato que da una idea de la dimensión asesina y genocida del régimen trujillista lo revelaron a la prensa directivos del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, que dicen tenerla en su registro.
Establecen que las muertes que tienen registradas no incluyen las personas que fueron apresadas, torturadas y desaparecidas.
No hay dudas que los asesinatos cometidos en la Era de Trujillo fueron de políticos que resistieron el régimen o personas vinculadas a la oposición.
No hay dudas que los asesinatos cometidos en la Era de Trujillo fueron de políticos que resistieron el régimen o personas vinculadas a la oposición.
Según cálculos del Museo de la Resistencia, el 80% de estas muertes es de dominicanos, incluyendo niños, mujeres y hombres.
En la década del 40, los crímenes disminuyeron, pero cuando entraron los años 50 volvieron a subir con mucha más fuerza.
Hay quienes sostienen que la acción criminal de Trujillo comenzó cuando fue ingresado en la Guardia Nacional Dominicana por las fuerzas invasoras estadounidenses en el 1917.
En la década del 40, los crímenes disminuyeron, pero cuando entraron los años 50 volvieron a subir con mucha más fuerza.
Hay quienes sostienen que la acción criminal de Trujillo comenzó cuando fue ingresado en la Guardia Nacional Dominicana por las fuerzas invasoras estadounidenses en el 1917.
Como ejemplo de un horrendo acto criminal, tenemos el de las tres hermanas Mirabal.
El 25 de noviembre de 1960 aparecieron los cuerpos de Patria, Minerva, Teresa Mirabal y Rufino de la Cruz, que era el amigo conductor del jeep, en el fondo de un precipicio, en la Cumbre, en la carretera Puerto Plata-Santiago.
Los voceros del régimen trujillista presentaron el hecho como un trágico accidente. Sin embargo, habían sido asesinadas a palos por los verdugos del régimen que las lanzaron en el jeep por el barranco para simular un accidente.
Las hermanas Mirabal fueron interceptadas en la carretera cuando retornaban a su casa en Ojo de Agua, Salcedo, luego de visitar en la prisión a sus respectivos esposos Manuel Aurelio Tavárez Justo, el ingeniero Leandro Guzmán y Pedro González.
Minera era la esposa de Tavárez Justo, quien era el líder del Movimiento 14 de Junio; María Teresa era cónyuge de Leandro y Patria de González.
Minera era la esposa de Tavárez Justo, quien era el líder del Movimiento 14 de Junio; María Teresa era cónyuge de Leandro y Patria de González.
Como asesinos intelectuales fueron señalados, además, de Trujillo, José René (Pupo) Román Fernández, secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, Cándido Torres Tejada, jefe de Operaciones del Servicio de Inteligencia Militar (Sim) en la estación central en la entonces Ciudad Trujillo.
Mientras que los asesinos materiales fueronVíctor Alicinio Peña Rivera, Ciriaco de la Rosa, Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, de origen cubano y Néstor Antonio Pérez Terrero.
Hay que resaltar el valor y valentía del conductor Rufino de la Cruz, a quien se le quiere señalar como un simple chofer. De la Cruz vivía cerca de las hermanas Mirabal y era la persona de confianza de la familia, que siempre las llevaba a ver a sus esposos en la cárcel de Puerto Plato.
Durante el régimen miles de opositores fueron torturados en centros ubicados en la capital y el interior. El más famoso fue el de la 40, del sector de Cristo Rey, donde ahora está la Iglesia San Pablo y una escuela. En ese centro de tortura había una silla eléctrica, construida de madera, con asiento, antebrazos y espaldar revestidos de cobre, metal conductor de la electricidad.
La idea de utilizarla en el país se atribuye a Johnny Abbes García, quien era uno de los principales personeros de Trujillo.
Una foto drámática fue publicada, la de el ex sargento de la Marina de Guerra José Messón, quien tras desertar en el exterior se sumó al exilio antitrujillista y regresó al país el 20 de junio de 1959, al desembarcar por Maimón en la lancha Carmen Elsa, que capitaneó bajo el mando del comandante José Horacio Rodríguez. En la fotografía, Messón aparece sentado en la silla con los ojos desorbitados de horror por los corrientazos.
En honor a las hermanas Mirabal, las Naciones Unidos declaró el 26 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer.
Otros asesinatos que conmovieron la sociedad dominicana fueron los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
La mano asesina de Trujillo fue extendida fuera del territorio nacional, con el atentado contra el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, el 24 de Junio de 1960, quien denunciaba el régimen y daba asilo a los antitrujillistas.
La mano asesina de Trujillo fue extendida fuera del territorio nacional, con el atentado contra el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, el 24 de Junio de 1960, quien denunciaba el régimen y daba asilo a los antitrujillistas.
También el secuestro de Jesús Galíndez, catedrático de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, secuestrado y posteriormente asesinado por agentes de Trujillo. Gálíndez había sido antes servidor del dictador.
Todas esas acciones exacerbaron a la oposición en el país que actuaba bajo la clandestinidad. Además, había la presión de naciones americanas como Cuba, Costa Rica y Venezuela.
Trujillo perdió el respaldo de la Iglesia, ofensiva que comenzó el 31 de enero de 1960 con una Carta Pastoral en la que denunciaban las detenciones masivas y la ola de represión contra los jóvenes del país.
Por el atentado a Betancourt la OEA implementó sanciones económica el 20 de agosto de 1960, lo que debiltó el régimen trujillista, dándole pábulo a la oposición p
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