La catedral de Lausana, la otra Notre Dame
Presidiendo desde la parte alta la ciudad de Lausana encontramos su imponente catedral, una gran obra de arquitectónica que no pasa inadvertida a los ojos de nadie. No se si los que visitan esta coqueta ciudad suiza recuerdan las plazoletas de casco antiguo, sus famosas cuestas, o alguno de sus restaurantes, pero de lo que estoy seguro es que si preguntas lo que la gente recuerda es la magnífica catedral de Lausana. Primero por su tamaño, segundo por la belleza de su conjunto y finalmente por la preciosa imagen que se observa de ella casi desde cualquier punto de la ciudad.
Las obras de construcción de la misma empezaron durante la segunda mitad del siglo XII, pero no fue hasta 1275 y tras el paso de tres arquitectos con tres proyectos distintos cuando el conjunto eclesiástico fue terminado. De estilo gótico, está dedicada a la virgen, de ahí el sobrenombre de Notre Dame como se le conoce, y entre sus muchos tesoros destaca su gran órgano, colocado allí en 2003, como colofón final a una serie de grandes reformas que la catedral sufrió durante distintos años en el siglo XX.
De entrada gratuita, lo primero que destaca de la misma, antes incluso de entrar, es su gran pórtico, conocido bajo el nombre de puerta de Montfalco, y que está lleno de figuras que representan personajes bíblicos y santos.
Una vez sobrepasada la puerta, no es difícil quedarse embobado ante la grandiosidad del espacio dentro del edificio. Con techos realmente altos y llenos de columnas, arcos, y bóvedas que recuerdan incluso al interior de algunas de las más famosas catedrales inglesas.
Otra de sus joyas, es su gran rosetón, que data del siglo XIII y que ha sobrevivido al paso el tiempo. Contiene distintas imágenes en las que se representan diversos temas, como las cuatro estaciones, los cuatro elementos, los cuatro ríos del paraíso, los doce meses del año y los signos del calendario zodiacal. Tampoco hay que perderse su colección de vidrieras.
Y por último su gran y relativamente nuevo órgano, toda una gozada para los oídos si tienes la suerte de escucharlo sonar, el cual fue inaugurado en Diciembre de 2003, del cual se dice que es único en el mundo. Tardó diez años en ser diseñado y cuenta con más de 7000 pipas. Con un peso de 40 toneladas, y costó más de 150.000 horas de trabajo el realizarlo. Entre sus honores cuenta también con el de haber sido el primer órgano construido por una empresa americana para una catedral Europea. Además cuenta con la posibilidad de poder tocar todos los principales estilos musicales para este instrumento (clásico, barroco, melodía francesa sinfónica, y germano romántica). Oír a su organista tocar unas notas es sencillamente una experiencia sensorial difícil de explicar.
Las vistas de la ciudad que rodean a la catedral de Lausana también van a juego, pues permiten observar los tejados de Lausana con el espectacular lago Leman de telón de fondo.
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