ACTA
DE SEPARACION DOMINICANA, DEL 16 DE ENERO DEL 1844.
Fuente: Emilio Rodríguez Demorizi obra el Acta de la Separación Dominicana y el Acta
de Independencia de los Estados Unidos
de América. Imprenta “La Opinión, Ciudad Trujillo, 1943.
La
Parte Española de la Isla de Santo
Domingo tuvo la gloria de sumarse al movimiento emancipador de Simón Bolívar,
constituyéndose en Estado Independiente
en 1821, pero, en su alba
misma, el pérfido Presidente de Haití Juan Pedro Boyer apago la luz de
la primera independencia dominicana, encendida por el Dr. José Núñez de
Cáceres. En febrero de 1822 se inició el largo cautiverio, más oscuro y
angustioso tras el fugaz relámpago de
libertad en la infortunada Revolución de
1824.
Inútiles
las ansias de redención del pueblo dominicano, frente a la crueldad y
suspicacia del dominador. Pero en la nefata noche brilló al fin la estrella, de la anunciación; la idea
separatista del Juan Pablo Duarte, convertida en sección el 16 de julio de
1838, memorable día en que él y sus adeptos crearon la Sociedad Patriótica La Trinitaria.
La
persistente y silenciosa labor
trinitaria formó en la sociedad sojuzgada la conciencia de su destino,
puesta en sazón en los acontecimientos políticos de 1843; la participación dominicana, estimada por Duarte, en la revuelta que puso término a
la tiranía de Boyer.
Así,
cuando los dominicanos consideraron llegado el momento propicio para dar el
grito de libertad, decidieron, como libertadores conscientes de su
responsabilidad histórica, redactar el
Acta de sus solemnes determinaciones; la Manifestación de los pueblos de
la parte del Este de la Isla antes
Española o de Santo Domingo, sobre las causas de su separación de la República
de Haití, fechada en Santo Domingo al 16 de enero de 1844, escasos días de ser
proclamada la República Dominicana ( El plan de Sánchez, Duarte, Mella,
Pina, Pérez, y sus compañeros, dice Sánchez Guerrero --, se manifiesta en acta
del 16 de enero del 1844. Aquella acta
está colmada de rasgos memorables por sanidad de sus doctrinas; por la elevación de los propósitos, por la lógica solidez de los razonamientos y por la saludable tendencia a un porvenir
de dorados sueños de patriotas
impresionados por las ideas del siglo, y
de corazones ensanchados para amar la gloria del pueblo quisqueyano, (
Juan José Sánchez Guerrero, El 4 de julio , Macorís del Este, 1893, p. 3, Reproducidos en Clío,
C. T. No. 57-58, 1943).
Es
por consiguiente, el primer documento oficial de la Nación, con el cual se
inicia nuestra Colección de Leyes. – propiamente considerado como
el Acta de la Separación del
dominador haitiano, y cuyos
principios sirvieron de norma en el pre
organización del Estado advenido el 27 de febrero de 1844.
La Redacción:
La
redacción del célebre documento fue obra
del sagaz político don Tomás Bobadilla y Briones, como lo afirmó él mismo en memorable sesión del Tribunado en 1847. No obstante esa
afirmación, hay versiones contrarias
acerca de la paternidad del trascendental escrito; el historiador
haitiano Madiou dice que sus redactores
fueron Sánchez y Mella (Thomas Madiou,
Historie d Haití, années 1843-1846. Port- au – Prince, 1904 p. 108); en la Relación del prócer
Manuel Dolores Galván, aparecida en la revista Letras y Ciencia, el 19
de noviembre de 1894, se expresa que éste , en
1844, le sirvió de Secretario a Francisco de Rosario Sánchez y que “ de su puño y letra circuló el manifiesto del 16 de enero”;
y en una breve relación
histórica, que se conserva inédita que
conservada el historiador, don Emilio
Rodríguez Demorizi, escrita en 1918 por Eustaquio Puello, afirma éste que su
padre, el valeroso general Gabino Puello, hizo circular por el Sur de la Isla
el Manifiesto manuscrito que escribió su primo Manuel Dolores Galván en la
reunión de Musié Pallén”
Puede
afirmarse, sin embargo, que esa es gloria de Bobadilla; por su propia
declaración, hecha públicamente en momento adverso para él, apenas tres años después de 1844; porque él, era la persona de mayor edad
entres los principales firmantes y el más autorizado para escribir un documento de tal importancia, porque él
fue el primero en suscribirlo;
y porque en la manifestación está
patente su inconfundible espíritu, la misma esencia de los innumerables
documentos escritos por él, que fue siempre
obligado redactor de los
más importantes papeles de su época, y
el hombre, en su tiempo, de mayores
conocimientos y experiencia y de mejor reconocida aptitud política.
Además,
Bodadilla se complacía en mencionar la
Manifestación del 16 de enero de 1844,
como que era d su espíritu. En documentos de 1844, firmados por él, de la
Junta Central Gubernativa, cuya presidencia ostentaba, se alude al
célebre escrito; en el
Derecho de declaratoria de guerra
a muerte contra Haití, del 19 de abril; en el decreto acerca del secuestro de bienes de los haitianos, del 20
de abril ; en el Decreto acerca de pérdida de
derechos civiles, del 6 de mayo; en el Decreto de Convocatoria
de elección de los diputados al Congresos Constituyente de San Cristóbal, del 24
de julio; y la Resolución que declaró
traidores a la Patria a Duarte, Sánchez y Mella y demás compañeros, del 22 de
agosto.
También
aludía a la Manifestación en sus
discursos; en el que pronunció el 26 de mayo de 1844, habla de
“ ´principios consagrados en nuestro Manifiesto del 16 de enero”. En su discurso del 26 de septiembre
de 1844, en el Congreso Constituyente de San Cristóbal, hay una clara alusión a
la paternidad del venerable escrito; “
los pueblos que ya habían despertado con el
Manifiesto del 16 de enero,
volaron a la defensa de sus derechos, circunscriptos en las páginas memorables
de este documento, no por lo brillante y energice de su estilo, sino porque era
verdadero, simple y sincero, pues es lo
más conforme a la naturaleza del hombre, y delineaba los derechos
imprescriptibles que se habían de guardar.
“Verdadero,
simple y sincero”, es expresión de su
propia modestia de redactor. Todo ello
es testimonio de que el sagaz Bobadilla tenia verdadera conciencian de la
importancia de su obra; entonces no debía
decir que era suya, porque era obra colectiva de los que, al firmarla,
expusieron sus vidas frente al invasor. Pero más tarde, en altivo arranque de soberbia, en momentos en que eran olvidados sus servicios
de la Patria, sí podía vanagloriarse de haber escrito el histórico reto al
haitiano. En la tumultuosa sesión
del Tribunado, el 10 de junio de 1847, dijo Bobadilla esta valientes palabras
“<<< Creo, señores, que ninguno
puede ser mejor dominicano que
yo. Yo fui el primero que dijo: Dios, Patria y Libertad¸ yo fui el autor del Manifiesto del 16 de enero; yo
en la noche del 27 de febrero me encontraban en la cabecera del pueblo;
yo fui el Presidente de la Junta Central Gubernativa. Tomás Bobadilla
fue, sin duda, el autor del Acta de la Separación Dominicana.
Próxima entrega.
1--Influencia del Acta de Independencia de los Estados Unidos de América, en la Constitución Dominicana del 1844.
2--El Manifiesto de Separación Dominicana, del 16 de enero de 1844
Fuente: Emilio Rodríguez Demorizi obra el Acta de la Separación Dominicana y el Acta
de Independencia de los Estados Unidos
de América. Imprenta “La Opinión, Ciudad Trujillo, 1943.
La
Parte Española de la Isla de Santo
Domingo tuvo la gloria de sumarse al movimiento emancipador de Simón Bolívar,
constituyéndose en Estado Independiente
en 1821, pero, en su alba
misma, el pérfido Presidente de Haití Juan Pedro Boyer apago la luz de
la primera independencia dominicana, encendida por el Dr. José Núñez de
Cáceres. En febrero de 1822 se inició el largo cautiverio, más oscuro y
angustioso tras el fugaz relámpago de
libertad en la infortunada Revolución de
1824.
Inútiles
las ansias de redención del pueblo dominicano, frente a la crueldad y
suspicacia del dominador. Pero en la nefata noche brilló al fin la estrella, de la anunciación; la idea
separatista del Juan Pablo Duarte, convertida en sección el 16 de julio de
1838, memorable día en que él y sus adeptos crearon la Sociedad Patriótica La Trinitaria.
La
persistente y silenciosa labor
trinitaria formó en la sociedad sojuzgada la conciencia de su destino,
puesta en sazón en los acontecimientos políticos de 1843; la participación dominicana, estimada por Duarte, en la revuelta que puso término a
la tiranía de Boyer.
Así,
cuando los dominicanos consideraron llegado el momento propicio para dar el
grito de libertad, decidieron, como libertadores conscientes de su
responsabilidad histórica, redactar el
Acta de sus solemnes determinaciones; la Manifestación de los pueblos de
la parte del Este de la Isla antes
Española o de Santo Domingo, sobre las causas de su separación de la República
de Haití, fechada en Santo Domingo al 16 de enero de 1844, escasos días de ser
proclamada la República Dominicana ( El plan de Sánchez, Duarte, Mella,
Pina, Pérez, y sus compañeros, dice Sánchez Guerrero --, se manifiesta en acta
del 16 de enero del 1844. Aquella acta
está colmada de rasgos memorables por sanidad de sus doctrinas; por la elevación de los propósitos, por la lógica solidez de los razonamientos y por la saludable tendencia a un porvenir
de dorados sueños de patriotas
impresionados por las ideas del siglo, y
de corazones ensanchados para amar la gloria del pueblo quisqueyano, (
Juan José Sánchez Guerrero, El 4 de julio , Macorís del Este, 1893, p. 3, Reproducidos en Clío,
C. T. No. 57-58, 1943).
Es
por consiguiente, el primer documento oficial de la Nación, con el cual se
inicia nuestra Colección de Leyes. – propiamente considerado como
el Acta de la Separación del
dominador haitiano, y cuyos
principios sirvieron de norma en el pre
organización del Estado advenido el 27 de febrero de 1844.
La Redacción:
La
redacción del célebre documento fue obra
del sagaz político don Tomás Bobadilla y Briones, como lo afirmó él mismo en memorable sesión del Tribunado en 1847. No obstante esa
afirmación, hay versiones contrarias
acerca de la paternidad del trascendental escrito; el historiador
haitiano Madiou dice que sus redactores
fueron Sánchez y Mella (Thomas Madiou,
Historie d Haití, années 1843-1846. Port- au – Prince, 1904 p. 108); en la Relación del prócer
Manuel Dolores Galván, aparecida en la revista Letras y Ciencia, el 19
de noviembre de 1894, se expresa que éste , en
1844, le sirvió de Secretario a Francisco de Rosario Sánchez y que “ de su puño y letra circuló el manifiesto del 16 de enero”;
y en una breve relación
histórica, que se conserva inédita que
conservada el historiador, don Emilio
Rodríguez Demorizi, escrita en 1918 por Eustaquio Puello, afirma éste que su
padre, el valeroso general Gabino Puello, hizo circular por el Sur de la Isla
el Manifiesto manuscrito que escribió su primo Manuel Dolores Galván en la
reunión de Musié Pallén”
Puede
afirmarse, sin embargo, que esa es gloria de Bobadilla; por su propia
declaración, hecha públicamente en momento adverso para él, apenas tres años después de 1844; porque él, era la persona de mayor edad
entres los principales firmantes y el más autorizado para escribir un documento de tal importancia, porque él
fue el primero en suscribirlo;
y porque en la manifestación está
patente su inconfundible espíritu, la misma esencia de los innumerables
documentos escritos por él, que fue siempre
obligado redactor de los
más importantes papeles de su época, y
el hombre, en su tiempo, de mayores
conocimientos y experiencia y de mejor reconocida aptitud política.
Además,
Bodadilla se complacía en mencionar la
Manifestación del 16 de enero de 1844,
como que era d su espíritu. En documentos de 1844, firmados por él, de la
Junta Central Gubernativa, cuya presidencia ostentaba, se alude al
célebre escrito; en el
Derecho de declaratoria de guerra
a muerte contra Haití, del 19 de abril; en el decreto acerca del secuestro de bienes de los haitianos, del 20
de abril ; en el Decreto acerca de pérdida de
derechos civiles, del 6 de mayo; en el Decreto de Convocatoria
de elección de los diputados al Congresos Constituyente de San Cristóbal, del 24
de julio; y la Resolución que declaró
traidores a la Patria a Duarte, Sánchez y Mella y demás compañeros, del 22 de
agosto.
También
aludía a la Manifestación en sus
discursos; en el que pronunció el 26 de mayo de 1844, habla de
“ ´principios consagrados en nuestro Manifiesto del 16 de enero”. En su discurso del 26 de septiembre
de 1844, en el Congreso Constituyente de San Cristóbal, hay una clara alusión a
la paternidad del venerable escrito; “
los pueblos que ya habían despertado con el
Manifiesto del 16 de enero,
volaron a la defensa de sus derechos, circunscriptos en las páginas memorables
de este documento, no por lo brillante y energice de su estilo, sino porque era
verdadero, simple y sincero, pues es lo
más conforme a la naturaleza del hombre, y delineaba los derechos
imprescriptibles que se habían de guardar.
“Verdadero,
simple y sincero”, es expresión de su
propia modestia de redactor. Todo ello
es testimonio de que el sagaz Bobadilla tenia verdadera conciencian de la
importancia de su obra; entonces no debía
decir que era suya, porque era obra colectiva de los que, al firmarla,
expusieron sus vidas frente al invasor. Pero más tarde, en altivo arranque de soberbia, en momentos en que eran olvidados sus servicios
de la Patria, sí podía vanagloriarse de haber escrito el histórico reto al
haitiano. En la tumultuosa sesión
del Tribunado, el 10 de junio de 1847, dijo Bobadilla esta valientes palabras
“<<< Creo, señores, que ninguno
puede ser mejor dominicano que
yo. Yo fui el primero que dijo: Dios, Patria y Libertad¸ yo fui el autor del Manifiesto del 16 de enero; yo
en la noche del 27 de febrero me encontraban en la cabecera del pueblo;
yo fui el Presidente de la Junta Central Gubernativa. Tomás Bobadilla
fue, sin duda, el autor del Acta de la Separación Dominicana.
Próxima entrega.
1--Influencia del Acta de Independencia de los Estados Unidos de América, en la Constitución Dominicana del 1844.
2--El Manifiesto de Separación Dominicana, del 16 de enero de 1844
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