LA ECOLOGIA CONCEPTOS BASICOS DE ECOLOGIA QUE ES?
QUE ES LA ECOLOGÍA?
Nadie sabe con certeza cuándo se acuñó la palabra ecología, pero el biólogo alemán Ernst Haeckel fue el primero en definirla en el año 1869. La ecología es el estudio de las relaciones entre los seres vivientes y su entorno. El término deriva de dos palabras griegas, oikos (que significa “casa” o “lugar para vivir”) y logos (que significa “estudio”). Por lo tanto, la ecología estudia las “casas”, o entornos, de los organismos vivos, es decir, todo su medio, incluidos el clima, el suelo y otros animales y vegetales.
Si bien la ecología es una ciencia nueva, los seres humanos estudiaron ecología y aplicaron sus conocimientos ecológicos desde la más remota antigüedad. Los pueblos prehistóricos debían saber algo de la ecología del trigo y del maíz para que pudieran cultivarlos y obtener buenas cosechas.
Teofrasto, antiguo botánico griego, suele ser llamado el “primer ecólogo verdadero” porque fue el primero que escribió acerca de las plantas en función de su hábitat, es decir, del lugar donde viven, como el bosque o el pantano. Los indios de las planicies norteamericanas sabían mucho de la ecología del bisonte, del cual depende su existencia.
Hoy día utilizamos a menudo conocimientos ecológicos sin siquiera saberlo; por ejemplo, cuando queremos tener una extensión de tierra cubierta de césped en un lugar sombrío plantamos semillas de una clase de césped que crece bien a la sombra.
Sin embargo, la mayoría de la gente no piensa en términos ecológicos.
Cuando vemos un pájaro o una flor silvestre, lo primero que preguntamos es: “Qué clase de pájaro o de flor es?” Casi todo el mundo se contenta con conocer los nombres de algunos de los organismos vivientes que encuentra en la naturaleza que lo rodea. Quizás usted sea el tipo de persona que se interesa por indagar algo más y pregunta: “Qué hace?” Acaso quiera conocer el papel del organismo en su medio, y cómo afecta a otros organismos y es afectado, a su vez, por ellos. Los ecólogos se interesan por los mismos problemas.
Aunque el hombre utiliza conocimientos ecológicos desde hace miles de años, la ecología es una de las ciencias más nuevas. Durante muchos siglos, los científicos centraron sus esfuerzos en establecer la nomenclatura de los animales y vegetales que descubrían y en describir los especimenes muertos que coleccionaban. Gradualmente, a medida que resultaba más fácil responder al interrogante “Qué es?”, empezaron a estudiar los efectos del medio sobre los organismos vivos.
Durante el siglo XIX, por ejemplo, los hombres de ciencia investigaron los efectos de la duración del día sobre la migración de las aves y la influencia de la humedad sobre el desarrollo de los insectos. Se publicaron centenares de libros acerca del comportamiento animal y de la distribución de los animales y vegetales sobre la superficie del planeta.
Empero, el interés se centraba en los organismos individuales. Sin embargo, en las postrimerías del siglo XIX y comienzos del siglo XX los científicos empezaron a estudiar ecología puede ayudarnos a aprender las “reglas de la naturaleza” de las que depende nuestra supervivencia.
Los seres recurren cada vez más a la ecología y a los ecólogos en busca de consejo e información acerca de la manera de convivir junto a la naturaleza, sin destruir nuestro vivificante entorno. Pero muchas veces no hay respuestas o éstas sólo son parciales.
La ecología es una ciencia nueva y los ecólogos saben muy poco acerca de la mayoría de las partes de nuestro planeta especialmente los trópicos y los océanos. Algunos de los principios ecológicos aceptados durante muchos años ahora son cuestionados y sufren profundos cambios.
Uno de los ejemplos más conocidos es la clásica historia de la manada de ciervos de Kaibab que podemos encontrar en casi todos los textos de ecología. Según cuenta la historia, en 1907 vivían cerca de 4000 ciervos en la Meseta de Kaibab, en el Estado de Arizona.
Los habitantes de la región exterminaron a la mayoría de los lobos, pumas y coyotes que devoraban a los ciervos. La manada de ciervos aumentó enormemente, y hacia 1924 ascendía a 1 00.000 animales. Los ciervos destruyeron o causaron daños a la mayor parte de sus reservas alimentarias y en dos inviernos sucesivos más de la mitad de ellos murieron de hambre. Su número disminuyó aun más en los años siguientes, hasta estabilizarse finalmente en unas 10.000 cabezas.
La historia de la manada de ciervos de Kaibab se citaba frecuentemente como un buen ejemplo de lo que sucede cuando se eliminan los controles naturales sobre el número de ejemplares de ciervos vivos. Sin embargo, en 1970 un zoólogo neozelandés llamado Graeme Caughley publicó en la revistaEcology un articulo en el que cuestionaba los hechos y las conclusiones del caso de Kaibad.
En lugar de aceptar lo que leyó en los libros, Caughley investigó los informes originales de los observadores de Kaibab y llegó a la conclusión de que las estimaciones acerca del número de ciervos eran inconsistentes y poco confiables. La cantidad de ciervos disminuyó efectivamente en algún momento del lapso de 1924 a 1930, y la declinación fue precedida probablemente por un período en que se registró un aumento del número de animales. “Cualquier conclusión adicional es especulativa”, escribió el doctor Caughley.
Señaló, además, que el incremento del número de ciervos, cualquiera que haya sido, coincidía con una gran disminución de las cabezas de ganado vacuno y lanar autorizadas a pastar en la Meseta de Kaibab. A causa de la menor cantidad de cabezas de ganado, había más alimento para los ciervos. Este factor, por sí solo, puede haber producido un incremento del número de ciervos. No hay ninguna prueba de que el aumento se haya debido a la reducción del número de lobos, pumas y coyotes.
Nunca se conocerán los hechos reales del caso de la Meseta de Kaibab, y por ello es preciso desecharlo como un ejemplo aparentemente adecuado de una idea ecológica. En la ciencia rápidamente cambiante de la ecología muchas otras ideas fueron refutadas y revisadas. Sin embargo, hay algunos descubrimientos acerca del modo de “funcionamiento” de la naturaleza que probablemente no cambiarán mucho con el tiempo. Al conocer algunas ideas básicas de este funcionamiento se empezará a comprender que los seres humanos, junto con todo el resto de la naturaleza, se hallan unidos por los hilos de una compleja pero fascinante telaraña. La ecología estudia precisamente ese admirable tejido.
AMPLIACIÓN DEL TEMA:
A veces, una especie animal o vegetal depende tanto del ambiente en el que vive que no podría existir fuera de ese lugar.Por ejemplo, los koalas australianos únicamente comen hojas de una especie de eucalipto rojo que se encuentra en algunas partes de ese continente. Como no comen otra cosa y los eucaliptos rojos crecen nada más que en Australia, los koalas no pueden vivir sino allí. Así, la naturaleza es como una gran cadena , formada por muchísimos eslabones.
Y si uno de esos eslabones se rompe, es el equilibrio en el que viven las distintas especies el que se está rompiendo. -Por ejemplo, con el avance de la agricultura algunas aves llegaron a convertirse en una plaga en muchas partes del mundo. Fue el caso, hace unos quince años, de los gorriones en Marruecos y es el caso de las palomas en Inglaterra o en la provincia de Córdoba, en la Argentina.
En este último lugar había monte y pastizales, que eran el medio natural en el que vivían estas aves. Pero, al talarse gran parte del monte y desaparecer los pastizales para poder cultivar, las palomas quedaron viviendo en lugares muy reducidos y con el nuevo alimento —los granos— a poca distancia, juntándose en bandadas para ir en su busca.
Lamentablemente, la acción del hombre, que provoca que el equilibrio se rompa, trae consecuencias gravísimas. Eso ocurrió hace algunos años en Brasil, cuando se pensó que la inmensa selva amazónica podría utilizarse como zona de cultivo. Se talaron miles y miles de árboles, uno tras otro. Hasta que pudieron realizarse las primeras pruebas.
Sin embargo, el experimento no resultó, porque el suelo —bajo la primera capa de desechos orgánicos formada por las hojas en descomposición— no era fértil. Y además de no poder cultivar, el hombre comprobó otra cosa: había destruido un sector importante de una gran reserva natural que hace las veces de “pulmón” del continente, ya que los árboles liberan oxígeno. Y se produjeron cambios climáticos en otras zonas del sur de América porque una parte de la selva amazónica ya no existía. Así ocurre que el hombre, a veces, por tratar de obtener un beneficio económico, destruye la naturaleza y termina destruyéndose a sí mismo.
La contaminación: el agua y el aire en peligro
Hay otros casos en que la falta de responsabilidad de los seres humanos es todavía mayor: eso ocurre, por ejemplo, cuando se utiliza un río para arrojar residuos industriales o sustancias químicas, porque se contaminan las aguas. Entonces, los peces que viven en ese río mueren. Y es mayor el trabajo que tienen que hacer las bacterias para poder descomponer la inmensa cantidad de peces muertos por intoxicación.
Hay otros casos en que la falta de responsabilidad de los seres humanos es todavía mayor: eso ocurre, por ejemplo, cuando se utiliza un río para arrojar residuos industriales o sustancias químicas, porque se contaminan las aguas. Entonces, los peces que viven en ese río mueren. Y es mayor el trabajo que tienen que hacer las bacterias para poder descomponer la inmensa cantidad de peces muertos por intoxicación.
Eso hace que la población de bacterias aumente y consuma el oxígeno del agua. Por fin, estas bacterias también terminan por morir. Entonces les toca el turno a otras bacterias, que no necesitan oxígeno y se comen a las anteriores, pero que son, al mismo tiempo, causantes de muchas enfermedades. También el aire se contamina con el humo que arrojan las chimeneas de las fábricas o los caños de escape de los vehículos.
Sin embargo, en la actualidad, una ciencia —la ecología— ha empezado a despertar el interés de muchas personas y, afortunadamente, cada vez son más las que comprenden que el desequilibrio de un ecosistema puede tener consecuencias a veces irremediables y que contribuir al equilibrio es f una manera de ayudar a que la vida sobre la Tierra siga siendo posible.
CONCEPTOS BÁSICOS DE LA ECOLOGÍA:
COMPONENTES BIÓTICOS:
Es el conjunto de seres vivos (animales y vegetales) que viven en un lugar común, formando parte de un ecosistema. Cuando un conjunto de estos seres vivos influye sobre otro (ya sean animales o plantas) se dice que han intervenido componentes bióticos (biótico viene del griego bios: vida). Por ejemplo, una determinada clase de maleza que creciera arrasando y haciendo desaparecer otro tipo de vegetación, o aves que exterminaran a cierta clase de peces.
COMPONENTES BIÓTICOS:
Es el conjunto de seres vivos (animales y vegetales) que viven en un lugar común, formando parte de un ecosistema. Cuando un conjunto de estos seres vivos influye sobre otro (ya sean animales o plantas) se dice que han intervenido componentes bióticos (biótico viene del griego bios: vida). Por ejemplo, una determinada clase de maleza que creciera arrasando y haciendo desaparecer otro tipo de vegetación, o aves que exterminaran a cierta clase de peces.
Pero también los componentes bióticos pueden actuar sobre el suelo. Un ejemplo lo constituyen los organismos que carcomen las rocas y forman el suelo. (A las componentes bióticos se los llama también BIOCENOSIS o COMUNIDAD BIOLÓGICA.)
Abiótico es una palabra que proviene del griego (a es una partícula negativa y faíos significa vida). Por lo tanto, son componentes abióticos aquéllos que “no tienen vida”; en otras palabras, son los factores físicos que influyen sobre los seres vivos. Son componentes abióticos la temperatura, los vientos, la humedad, el calor, el fuego, la presión atmosférica y las precipitaciones. Si los componentes abióticos cambian, los organismos pueden adaptarse, emigrar o morir.
La ecología es la ciencia que estudia las relaciones que existen entre los seres vivos, vegetales y animales y el medio o ambiente (suelo, temperatura, lluvias, presión, humedad, etc.) en el que éstos se desarrollan. La ecología forma parte de las Ciencias Biológicas. Ecología proviene de la palabra griega OlKOS, que quiere decir casa. Significaría pues, la cosa de la naturaleza.
ECOSISTEMA: Es el conjunto formado por la biocenosis y los factores abióticos que actúan sobre ella. Un bosque, un lago, son ejemplos. Los organismos encuentran en el ecosistema, del que forman parte, todos los elementos necesarios para cumplir su ciclo biológico (nacimiento, desarrollo, reproducción y muerte). En los ecosistemas hay una estrecha relación entre todos sus componentes: los animales dependen de las plantas o de otros animales, las plantas del suelo y ambos de los factores físicos.
POBLACIÓN: El conjunto de animales o vegetales de la misma especie que se desarrolla en un lugar determinado recibe el nombre de población. A veces también se habla de población cuando los individuos considerados pertenecen al mismo grupo zoológico (por ejemplo, los mamíferos de determinada región).
COMUNIDAD: Una comunidad biótica (también llamada BIOCENOSIS) es el conjunto de seres vivos (animales y vegetales) que conviven en un lugar interrelacionándose. En el desierto, por ejemplo, la comunidad de vida o biocenosis está formada por animales y plantas que resisten sequías extremas. En una laguna, en cambio, la comunidad biótica está formada por plantas acuáticas, peces, algas, caracoles, etc.
AMBIENTE: Es el conjunto de los componentes bióticos (seres vivos, vegetales o animales) y de los componentes abióticos (luz, aire, temperatura, humedad, etc.) potencialmente capaces de influir sobre un organismo. Es decir que el ambiente es todo lo que nos rodea.
BIOTOPO: Es el lugar/espacio o territorio donde vive se desarrolla y se interrelaciona una comunidad de vida.
Puede ser tan grande como el océano o tan pequeño como una gota de agua, todo depende del organismo para quien el océano o la gota de agua constituya su biotopo. Por ejemplo, el Biotopo de una ballena es el océano, y una gota de agua puede ser el biotopo de algas y bacterias.
Puede ser tan grande como el océano o tan pequeño como una gota de agua, todo depende del organismo para quien el océano o la gota de agua constituya su biotopo. Por ejemplo, el Biotopo de una ballena es el océano, y una gota de agua puede ser el biotopo de algas y bacterias.
HABITAT: Es el lugar o espacio donde vive/ se desarrolla, se reproduce y muere naturalmente un ser vivo. Podríamos decir que el habitat es su casa. Puede ser tan grande como el desierto del Sahara o tan pequeño como el intestino de un mamífero; todo depende del individuo para quien el desierto o el intestino sean su habitat. En un mismo habitat pueden vivir más de un animal o planta. Son ejemplos de habitat una laguna, un bosque, el mar, la corteza de un árbol, una roca, la sangre o la piel de los animales o del hombre, etc.
POBLACIÓN DOMINANTE: Las poblaciones dominantes son aquellas especies con mayor número de individuos. Por ejemplo, en un bosque de “roble-nogal” son las especies de roble y de nogal las dominantes. En un lago, puede ser la trucha la especie dominante, aunque existan otros peces, y esto es porque tiene la población con mayor número de individuos.
IDEAS FUNDAMENTALES | |
Biosfera | Grupo de comunidades autosuficientes, interactuantes e independientes, que incluyen el ambiente físico. |
Ecosistema | Ecosistemas de la Tierra interactuando con el ambiente físico. |
Comunidad | Poblaciones de diferentes especies que ocupan un área particular. |
Población | Un grupo de individuos de una especie de organismos que se cruzan entre sí y están en un mismo lugar. |
Factores bióticos | Los factores que interactúan en un ecosistema son los bióticos, es decir, los seres vivos, y los abióticos —agua, Sol, suelo, viento, sustancias químicas, entre otras. |
Factores abióticos | Un ambiente físico está determinado por el tiempo atmosférico y el clima. Estos dos se ven en términos de lluvia, Sol, viento y nubosidad. |
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