Exclusivo: Los antiguos romanos habrían llegado a Oak Island, Canadá
Lo que aparenta ser una antigua espada romana fue hallada en la costa este de Canadá, precisamente en Oak Island. Este es sólo uno de los varios indicios de que los romanos pudieron estar allí alrededor del segundo siglo o aun antes. Eso fue al menos 800 años antes del desembarco de los vikingos, lo que actualmente se cree fue el primer contacto entre el viejo y el nuevo mundo.
La espada fue encontrada en la costa de Oak Island (Isla del Roble), Nueva Escocia, durante investigaciones en las tradicionales búsquedas de tesoros enterrados en la isla, llevadas a cabo como parte del inmensamente popular programa de History Channel: “La Maldición de Oak Island”.
Hutton Pulitzer trabajó como consultor del programa durante dos temporadas y apareció en la segunda temporada del espectáculo. Su equipo inició investigaciones en la Oak Island ocho años antes de que History Channel llegara en 2013.
Pulitzer le dio a La Gran Época información exclusiva sobre nuevos descubrimientos en Oak Island que, junto con la espada, apoyan su teoría de la presencia romana.
Pulitzer es un reconocido empresario y prolífico inventor. Muchos lo recuerdan como el conductor del programa televisivo “NetTalkLive”; titán e inventor del CueCat, una idea que atrajo a inversores mayores; se trataba de un aparato que la gente podía usar para escanear códigos, similares a los actuales códigos QR de hoy. Su famosa compañía se deshizo durante el estallido de la burbuja del punto-com, pero las patentes de Pulitzer viven hoy en 11,9 billones de aparatos móviles. Poco más que una década atrás, cambió de vista a su pasión por la historia perdida y como investigador independiente y autor, viene trabajando con expertos en muchos campos para investigar los misterios de Oak Island.
Su teoría sobre una antigua presencia romana en la isla ya se encontró con resistencias, ya que desafía la actualmente aceptada teoría de que fueron los vikingos los primeros exploradores del viejo mundo en llegar al nuevo mundo. Él sin embargo inquiere a los historiadores y arqueólogos para que se aproximen a la evidencia objetivamente, sin una idea preconcebida de que fueron los romanos quienes llegaron al nuevo mundo.
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La autenticidad de la espada de Oak Island fue verificada por las mejores pruebas disponibles de acuerdo a Pulitzer (se le dio a La Gran Época acceso a los datos de prueba).
Sin embargo, la sola espada no es evidencia de que fueron los mismos romanos quienes estuvieron en Oak Island. Es posible que tan solo unos pocos cientos de años atrás alguien navegara cerca de la isla y tuviera en su posesión esta antigüedad romana. Pueden haber sido exploradores posteriores quienes la dejaron allí y no los romanos.
Pero otros objetos, también encontrados en Oak Island, proveen un contexto difícil de rechazar, dijo Pulitzer.
Otros artefactos que su equipo viene estudiando incluyen una piedra con un lenguaje antiguo conectado al imperio romano, montículos de entierro al antiguo estilo romano, ballestas confirmadas por laboratorios del gobierno estadounidense que llegaron de la antigua Iberia (abarcada por el imperio romano), monedas conectadas al imperio romano y más.
La espada de Oak Island
Un analizador de fluorescencia de rayos X (XRF), confirmó que la composición de la espada de Oak Island coincide con las espadas romanas. La prueba XRF usa radiación para estimular los átomos en el metal para ver cómo vibran. De este modo, los investigadores pueden detectar qué metales están presentes. Entre los materiales detectados en la espada están zinc, cobre, plomo, estaño, arsénico, oro, plata y platino.
Esos hallazgos son consistentes con la metalurgia romana. El bronce moderno usa silicón como elemento de aleación primario, pero el silicón no se encuentra presente en la espada, dijo Pulitzer.
Unas pocas espadas similares fueron halladas en Europa. Este modelo de espada tiene una representación de Hércules en la empuñadura y se cree ser una espada ceremonial entregada por el Emperador Commodus a guerreros y gladiadores sobresalientes. El Museo de Nápoles hizo réplicas de una de esas espadas en su colección, llevando a algunos a preguntarse si el arma de la Oak Island es una réplica.
Aunque las réplicas concuerdan en apariencia con la espada de Oak Island, Pulitzer dijo que los exámenes sobre su composición tienen 100 por ciento confirmado que no es una réplica hecha de hierro fundido. La espada también contiene una veta de piedra Lode que está orientada al norte y podría de este modo ayudar a la navegación, lo cual está ausente en las réplicas.
Los productores de History Channel obtuvieron la espada de un residente local, la cual fue trasmitida en su familia desde 1940. Fue hallada originalmente mientras rastrillaban cazando vieiras de manera ilegal y la espada se enganchó en su rastrillo. La familia nunca contó a nadie sobre este descubrimiento hasta la reciente ráfaga de interés en Oak Island ya que, además de enfrentar sanciones por violar la ley, el rastrilleo ilegal es desaprobado y considerado tabú en la pequeña comunidad.
Un naufragio fue detectado también cerca de donde fue descubierta la espada. El equipo de Pulitzer lo escaneó usando un sonar de barrido lateral y el programa del History Channel también lo confirmó con mapas detallados del terreno submarino que muestran las características de un naufragio en la ubicación.
El equipo de investigación de Pulitzer y académicos de apoyo están en el proceso de solicitar una aprobación gubernamental para bucear y recuperar artefactos del naufragio.
“La Maldición de Oak Island” del History Channel presentó la espada romana en su episodio del 19 de enero. Pulitzer rechazó una oferta para trabajar con productores como consultor para la tercera temporada. Él sintió que el enfoque de realidad televisiva para las investigaciones no era la manera en que deseaba proceder.
El programa llevó la espada a la Universidad de St. Mary en Halifax, Nueva Escocia, a la profesora asociada de química Dra. Christa Brosseau para estudiar su composición química.
Ella extrajo una viruta para hacer pruebas y dijo que los resultados mostraron que tiene un alto contenido de zinc, sugiriendo que este es latón moderno.
Pulitzer respondió: “Estábamos sorprendidos de que usaran una prueba técnica química tan rudimentaria en la espada. Esta no fue la mejor prueba ni la más profesional a realizar, pero lo que nos deja más perplejos aún, es el hecho de que sus hallazgos son significativamente diferentes de nuestra prueba de XRF y que fallaron en mencionar el uso de arsénico en la elaboración de la espada”.
El notó que la presencia de metales preciosos en la espada y la veta de piedra tampoco fueron mencionados en el programa.
Pulitzer cree que el bronce utilizado en la espada pudo venir de una mina en Breinigerberg, Germany. Dos espadas romanas del mismo tipo fueron encontradas cerca de un antiguo asentamiento romano en este lugar y esta mina tiene zinc naturalmente presente en sus minerales. Dijo que esto puede explicar el contenido de zinc, que éste no fue agregado como lo está con latón moderno.
La Dra. Brosseau lo catalogó como latón. Latón y bronce son ambas aleaciones de cobre y los dos fueron usados por los antiguos romanos. Pulitzer sostiene, sin embargo, que este debe ser clasificado como bronce, debido a que el zinc es de origen natural y no añadido.
Él espera que sean concluidas más pruebas, particularmente por científicos con experiencia en antigüedades romanas, especialmente porque otros artefactos en la isla pueden proporcionar un contexto de una presencia romana.
¿Una espada de un levante antiguo en Oak Island?
En 1803, se encontró una piedra en Oak Island que se hizo conocer como la “piedra de 90 pies”.
Esta se descubrió a 90 pies bajo suelo en el llamado Agujero del Dinero. Los primeros cazadores de tesoros en la isla eran grupos de hombres jóvenes que vieron una depresión en el suelo y sobre esta, una polea en un gran árbol de roble.
Por curiosidad escavaron en el suelo y hallaron plataformas de madera a intervalos regulares en su camino hacia abajo. Así encontraron esta piedra y la llevaron a la superficie.
El agujero se inundó con agua de mar antes de que los excavadores pudieran llegar al fondo. Se ha teorizado que el agujero contiene un tesoro o que era una trampa explosiva con un pozo que llevaba hasta la costa, de modo que cualquiera que intentara alcanzar el tesoro más abajo se ahogaría.
La piedra tenía inscritos unos símbolos de origen desconocido. El reverendo A.T. Kempton de Cambridge, Massachusetts, dijo haber descifrado el escrito en 1949 y que decía que el tesoro estaba enterrado a 40 pies hacia abajo.
Mientras que los dibujos de la piedra sobrevivieron, la piedra en si misma desapareció en 1912. Pulitzer anunció exclusivamente a La Gran Época que encontró la piedra, y que su análisis mostró que tiene fuertes conexiones con el antiguo Imperio Romano.
La piedra le fue presentada por alguien involucrado en la caza del Tesoro en la isla, a quien Pulitzer no identificó públicamente (La Gran Época ha sido informada en privado sobre su identidad). La familia del hombre se sinceró recientemente con Pulitzer y está permitiendo que la piedra sea analizada.
Pulitzer dijo que el escrito en la piedra fue malinterpretado en 1949. El reverendo Kempton rechazó algunos de los símbolos como errores e interpretó otros incorrectamente.
El escrito ahora está estáticamente analizado usando un programa de computadora que lo compara en una base de datos de lenguajes. Se encontró un porcentaje de concordancia a un escrito relacionado al antiguo Imperio Romano. El conocimiento de Pulitzer en tecnología y estadísticas lo ayudó a realizar el análisis.
De acuerdo a su análisis, éste concuerda con un escrito proto-canaanita; también conocido como proto-Sinaitic. Este es un ancestro de muchos lenguajes en el Levante. El escrito de la piedra de 90 pies es derivado de proto-canaanita un antiguo lenguaje de los marineros, usado como lengua común para comunicarse en puertos de varios lenguajes nativos durante el tiempo del Imperio Romano. Este mezcla proto-canaanita con proto-bereber (ancestro de los antiguos lenguajes bereberes del norte de África) y otros proto-lenguajes.
La inscripción de la piedra sobrellevó continuos análisis en universidades en el Medio Este, por los principales expertos del mundo en lenguas antiguas en el Levante. Pulitzer dijo que su equipo había decodificado la inscripción, pero está esperando el reporte final antes de anunciar lo que dice el escrito y donde el análisis fue realizado.
El escrito se perdió en la antigüedad y solo fue redescubierto a principios del siglo 20 por Hilda y Flinders Petrie. Una completa codificación del escrito se logró solo después del descubrimiento de las así llamadas inscripciones de Wadi el-Hol, halladas en Egipto por John y Deborah Darnell.
Ya que la piedra de los 90 pies fue descubierta en 1803, no puede haber sido una falsificación dijo Pulitzer.
A través de una comparación visual, Pulitzer conjeturó que está compuesta de un perceptiblemente distintivo tipo de piedra llamado pórfido imperial, el cual no existe naturalmente en Norteamérica. El continuo análisis de la piedra incluirá verificar su composición mineral.
El naturalista romano Plinio (23–79 d. C.) documentó en su “Historia Natural” el descubrimiento de pórfido imperial por el legionario romano Caius Cominius Leugas en el XVII d. C. La cantera de Mons Porpyritis en Egipto es la única fuente conocida. Ésta estaba valorada para uso en monumentos romanos. La ubicación precisa de la cantera se perdió de la memoria desde el siglo IV hasta 1823, cuando fue redescubierta por el egiptólogo John Gardner Wilkinson.
Ballestas en Oak Island
A principios de siglo, un cazador de tesoros desenterró un grueso pedazo de madera. Cuando lo cortaron, adentro encontraron tres flechas de ballestas. Esto significa que las flechas se dispararon desde una ballesta al árbol y el árbol creció alrededor de ellas.
Se estima que el árbol tenía unos 1.000 años de edad cuando lo cortaron. Las flechas están pegadas alrededor de ¾ de la corteza, lo que sugiere que llegaron al árbol cientos de años antes de que éste fuera cortado, aunque no se sabe cuánto tiempo hace que se cortó el árbol para para hacer el trozo de madera.
Fechas más precisas de las flechas se obtuvieron cuando fueron analizadas por el laboratorio de pruebas de armas militares de Estados Unidos, dijo Pulitzer. Rick y Marty Lagina, estrellas de “La Maldición de Oak Island”, mostraron a Pulitzer los resultados de las pruebas.
El laboratorio declaró que las flechas vinieron de Iberia y que datan del mismo periodo que las varias incursiones del imperio romano y posiblemente de la espada.
La Gran Época no pudo verificar los resultados de laboratorio. Pulitzer dijo que pidió una copia de los resultados y se le prometió una, pero que no la recibió. La documentación se encuentra bajo posesión de los Tour de Oak Island (de los cuales los hermanos Lagina tienen una parte del control) y sus asociados.
El History Channel no respondió a las preguntas de La Gran Época. Pulitzer dijo que vio los resultados y supo que fueron recibidos a través de un contacto en el Centro de Sistemas de Soldados Armados de Estados Unidos en Natick, Massachusetts.
El grado hasta el cual tal hallazgo es controversial, se muestra en una respuesta que recibieron los hermanos Lagina cuando contactaron un experto de una gran universidad de Estados Unidos sobre las flechas, dijo Pulitzer.
Pulitzer, leyendo las notas de sus reuniones con los Lagina compartió la respuesta con La Gran Época: “No use nuestro nombre. No nos involucre en esto. No nombre la universidad. Ni siquiera le digan a alguien que ustedes me enviaron esto. Eso es peligroso. Eso es peligroso para mi profesión y no deseo estar involucrado de ninguna manera”.
La sugerencia es que apoyar la declaración de que los romanos llegaron al Nuevo Mundo podría ser considerado suicidio profesional.
Túmulos funerarios antiguos en la costa de Oak Island
En la costa de Oak Island están ahora sumergidos túmulos funerarios. James P. Scherz, experto en movimientos de tierra y profesor emérito de ingeniería civil en la Universidad de Wisconsin-Madison, dijo que cree que los túmulos no son de origen nativo americano.
“Estoy de acuerdo con que los túmulos bajo el agua sean foráneos (antiguo estilo de marinero) y no nativos de Nueva Escocia o tradicional norteamericano”, dijo Scherz en una carta comprehensiva sobre la evidencia que sugiere que los romanos llegaron a Nueva Escocia. La carta es de la autoría de Pulitzer y de muchos otros científicos y va a ser publicada en primavera. La Gran Época la ha visto previamente.
“Esos túmulos, al mirar los niveles conocidos del océano a través del área específica de los reportes de elevación del océano canadiense, dan una posible fecha de estos montículos, ocurriendo entre el 1500 a. C y 180 d. C”, dijo Sherz.
El modo en que los túmulos estaban alineados como piedras es consistente con los antiguos túmulos funerarios europeos y de Levante.
La antigua cultura nativa Mi’kmaq no construía túmulos. El modo que los túmulos estaban alineados como piedras es consistente con los antiguos túmulos funerarios europeos y de Levante. Scherz, sin embargo, notó que los túmulos estaban alienados astrológicamente.
El equipo de Pulitzer ha investigado los túmulos bajo el agua haciendo exploraciones desde la superficie y también sumergiéndose para echar un vistazo cercano y tomar fotografías.
¿Piedra con direcciones romanas en Oak Island?
Muchos artefactos encontrados en Oak Island pueden, a través de un mayor estudio, apoyar la teoría de que los romanos estuvieron allí, dijo Pulitzer. Por ejemplo, una piedra que tiene inscripciones con lo que podrían ser símbolos romanos.
El equipo de Pulitzer está trabajando con expertos en lenguaje antiguo para comparar los símbolos con otras inscripciones romanas conocidas. Desde lo que él conoce hasta ahora, espera sean direcciones de navegación romanas.
Un cúmulo de monedas cartaginesas fue encontrado cerca de Oak Island a finales de 1999 por un lugareño aficionado a los detectores de metal. Ellas fueron autenticadas por el Dr. George Burden de la Real Sociedad Geográfica Canadiense. El Dr. Burden también confirmó la autenticidad de dos monedas cartaginesas de 2.500 años halladas similarmente por un aficionado cerca del océano en Dartmouth, Nueva Escocia.
Los romanos solicitaron la ayuda de los marineros de su imperio para hacer el viaje, ya que los romanos no fueron conocidos como grandes constructores de barcos o marineros. Los cartagineses (antiguos tunecinos) fueron conocidos por su construcción de barcos y como sujetos romanos ellos pudieron llevar los romanos en su viaje, dijo Pulitzer.
Pulitzer notó que si alguien le preguntaba si podía navegar a través del Atlántico, él diría: “Sí”. No debido a que él pudiera hacerlo personalmente, sino porque puede contratar un bote para llevarlo. Fue lo mismo con los romanos.
Myron Payne, un ingeniero Ph.D. retirado, quien enseñó en la Universidad del Estado de Oklahoma, dijo que él piensa que fue posible para los antiguos marineros “viajar” en tiempos pre-colombinos. Ellos habrían tomado una ruta con paradas en Reino Unido, Islandia, Groenlandia, Isla Baffin, Cabo Breton y finalmente Oak Island.
Oak Island habría sido escogida como un punto en el camino, dijo Pulitzer, debido a su agua fresca y clara visibilidad del mar. Los altos árboles de roble, por los cuales fue nombrada la Isla de los Robles, sobresalen en el horizonte cuando se navega a lo largo de la costa.
Hallazgos similares en Brasil
Oak Island no es el primer lugar donde se encontraron artefactos romanos supuestamente en el Nuevo Mundo. Está más allá de este artículo subrayar todas las declaraciones controversiales, pero brevemente contaremos una como ejemplo.
En la década de los ochenta, el arqueólogo Robert Marx dijo que encontró una gran colección de ánforas en la Bahía de Guanabara, a 5 millas de Rio de Janeiro en Brasil. Las ánforas son recipientes con dos sujetadores usados por los romanos para cargar mercancías.
Elizabeth Will, una especialista en antiguas ánforas romanas en la Universidad de Massachusetts autenticó las ánforas. Ella dijo al New York Times en ese momento: “Ellas aparentan ser antiguas y debido al perfil, la delgada tela de la pared y la forma de las llantas, sugiero que pertenecen al siglo III a C”.
El Dr. Harold E. Edgerton del Instituto de Tecnología de Massachusetts, pionero en la fotografía bajo el agua, también estaba tras las afirmaciones de Marx.
El gobierno brasileño prohibió a Marx seguir explorando el hallazgo. Un acaudalado hombre de negocios, Americo Santarelli, dijo que las ánforas eran réplicas que él hizo, pero dijo tener solo cuatro. Marx reportó un gran número, todas en un lugar. Algunas estaban en la superficie, pero algunas estaban enterradas a muchos pies, sugiriendo que fueron depositadas allí hace tiempo.
Marx también dijo que la marina brasileña cubrió el lugar con limo para prevenir una mayor investigación. De acuerdo a un artículo de The New York Times, Marx dijo que un oficial de gobierno le dijo: “A los brasileños no les importa el pasado. Y ellos no desean reemplazar [al navegante portugués del siglo XVI Pedro Alvares Cabral] como el descubridor”.
Pulitzer está esperanzado de que esto no sucederá en Nueva Escocia.
El ministro de cultura de Nueva Escocia, Tony Ince, ha prestado interés a la espada y sugirió que sea llevada a expertos en antigüedades romanas para verificación. Este no está actualmente cubierto por el Acto de Protección de Lugares Especiales de la provincia, ya que el acto fue pasado luego de que la espada fue descubierta. El acto daría a la provincia el derecho de intervenir, con respecto a cualquier artefacto que se recupere en el futuro.
Pulitzer espera que los artefactos hallados en la isla y cerca de ella ganen el interés de estudiosos en todo el mundo y que el área sea declarada un lugar arqueológico y de este modo protegida para mayor investigación.
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