Lula y González piden a Maduro que dialogue con la oposición
Ambos exmandatarios insisten en el foro 'El desafío de los emergentes', organizado por EL PAÍS, en que la crisis que atraviesa Brasil tiene un carácter coyuntural
- Los emergentes, en riesgo ante la inminente subida de tipos de EE UU
- In English: Emerging nations will go on leading global GDP growth despite crisis
- http://internacional.elpais.com/internacional/2015/12/11/actualidad/1449829470_779094.html
El Gobierno de Nicolás Maduro tiene la oportunidad de consolidar la democracia en Venezuela y, tras la derrota electoral en las legislativas del pasado 6 de diciembre, debería ser consecuente y abrir un diálogo con la oposición y los sectores productivos. Es el llamamiento conjunto de los expresidentes de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y del Gobierno español Felipe González, en el foro El desafío de los emergentes, organizado por el diario EL PAÍS en Madrid. El deterioro social y económico de Venezuela, dicen, hace más urgente esa negociación.
Llamamiento a la inversión española
Es el momento de apostar por Brasil. Al menos, es lo que aseguraron este viernes los dos expresidentes en el foro organizado por EL PAÍS. “Si ustedes invierten en Brasil deben saber que ganarán dinero. Estamos locos por crecer. Es el momento”, apuntaba el político brasileño. “Los empresarios españoles deben ayudar e invertir en Brasil, un país con perspectivas a medio plazo más consistentes que las que hay en la vieja Europa”, aseguró Felipe González.
Brasil es el primer destino de las inversiones españolas en el exterior, solo por detrás de Reino Unido. A finales de 2014 acumulaba un saldo de 70.000 millones de euros y se realizaron operaciones por importe de unos 4.000 millones solo el año pasado.
“Lo que pasó en Venezuela fue muy importante. Maduro debe aprender que la democracia no es la perpetuación en el poder”, apuntó este viernes Lula durante el diálogo que mantuvo con González, moderado por el presidente de EL PAÍS y el Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. El mandatario venezolano “debería ser consecuente con el triunfo de la oposición. La Asamblea se merece abrir un diálogo, una negociación y un pacto, como pasó cuando Lula llegó al poder” en Brasil, apuntó González.
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El expresidente español, sin embargo, se mostró pesimista a este respecto. “Tras el 6 de diciembre, igual es más dramática la necesidad de negociación”. Especialmente porque “el deterioro social y económico del país es insoportable”, señaló. El régimen venezolanoimpidió a González el pasado mes de junio visitar al dirigente opositor Leopoldo López en la prisión militar de Ramo Verde, a quien pretendía asesorar en su defensa.
Felipe González ha alertado de que los países atraviesan una “crisis de democracia representativa”, no solo en Latinoamérica sino también en Europa, que se refleja en la aparición de “propuestas liquidacionistas” de los populismos de izquierdas o de extrema derecha, como representa Marine Le Pen en Francia. “Eso lleva a que el resultado final sea el que vemos en Venezuela”, advirtió.
Muy distinto es el análisis que ambos realizan sobre el cambio político en Argentina. “No tengo ninguna preocupación sobre Mauricio Macri. Entiende perfectamente su papel en Argentina y en América Latina. Cuando uno asume como presidente, uno deja de hacer lo que cree y hace lo que puede y cree necesario para su país”, aseguró Lula. “En Argentina se producen unas elecciones, gana Macri y hay una profunda división pero se puede corregir”, afirmó González.
Crisis coyuntural
Los dos dirigentes insistieron en que la crisis que actualmente atraviesa Brasil tiene carácter coyuntural, aunque reconocieron que la crisis política, derivada de los casos de corrupción bajo investigación, agrava la situación económica y dificulta la salida de la crisis. “Cuando hay tensión política, eso absorbe mucho tiempo discutiendo cuestiones secundarias. Por eso el ajuste está tardando más en ser aprobado. Quedan seis meses de agonía, de sufrimiento, pero Brasil tiene un potencial de recuperación impresionante”, subrayó el exdirigente brasileño.
“Desde hace cuatro años, la imagen económica de Brasil es peor de la que es realmente”, aseguró Lula, pero no tiene, como sucedió en 2003 cuando llegó al poder, un problema de credibilidad.
El exmandatario defendió a la presidenta Dilma Rousseff —“es una persona con mucho carácter, muy decente, es un lujo para Brasil contar con ella”— y aseguró que el proceso de destitución “no irá a ninguna parte, es un atentado moral” impulsado por motivos políticos. En todo caso, el antiguo líder del Partido de los Trabajadores recordó que “pocos países del mundo tienen las instituciones que tiene Brasil para combatir la corrupción”, una garantía de la independencia judicial.
Los emergentes como motor económico global
El presente y el futuro de la economía mundial siguen pasando por los países emergentes. La profesora de Economía del IESE Núria Mas resumía así la importancia de estas economías pese a la crisis que atraviesan, con la excepción de India.
Ese mayor peso en la economía global provoca que, a diferencia de otras etapas, la crisis de los emergentes tenga en esta ocasión “un impacto muy significativo”, especialmente para la economía y las empresas españolas, muy expuestas a Latinoamérica, como reconoció el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid Emilio Ontiveros.
Para salir de la crisis y sentar bases de futuro sólidas, los emergentes deben cerrar el déficit en infraestructuras que arrastran, según apuntó el director de Asuntos Estratégicos de la Corporación Andina de Fomento, Germán Ríos. “Y ahí el banco de los BRICS y el del desarrollo de infraestructuras impulsado por China van a cambiar las reglas internacionales del sistema financiero y facilitar la financiación de los proyectos”.
El director de EL PAÍS, Antonio Caño, reconoció que, aunque los emergentes han pasado de ser la esperanza de la economía mundial a suponer un problema, “son y van a seguir siendo una referencia de un nuevo orden incluso político y para la estabilidad mundial”.
“Argentina y Venezuela piden salir del populismo”
“Venezuela, con la inflación más alta del mundo, y Argentina, probablemente la segunda, se enfrentan a procesos en los que el pueblo trata de salir del populismo por una crisis económica”, afirmó este viernes en el foro de EL PAÍS Pierpaolo Barbieri, director de la consultora Greenmantle, en alusión a la derrota de Cristina Fernández de Kirchner y de Nicolás Maduro en las elecciones celebradas recientemente en ambos países.
Barbieri habló de la ruptura que en la década del 2000 se produjo en Latinoamérica, cuando llegaron al poder opciones “en contra del liderazgo de EE UU”. Y del cambio en la actualidad.
“[Fernández de] Kirchner, mal que le pese, ha vuelto a la vida civil. No sé si es posible esto en Venezuela, donde Maduro habla de castigar al pueblo por su elección en los comicios”, continuó Barbieri.
Su intervención se produjo durante un diálogo sobre los desafíos políticos y económicos globales junto a Javier Solana, ex secretario general de la OTAN, y Otaviano Canuto, director ejecutivo del Consejo de Administración del FMI. La mesa fue moderada por el politólogo José Ignacio Torreblanca.
Solana se mostró satisfecho porque, a pesar del cambio en el escenario político en los últimos 15 años, la comunidad internacional sigue siendo capaz de llegar a acuerdos en asuntos como el cambio climático o el programa nuclear iraní
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